Jefe de Medioambiente de Trump admite que sabía de polémico salario a asesor
El jefe de Medioambiente del Gobierno de Donald Trump, Scott Pruitt, admitió hoy ante el Congreso de EEUU que tenía conocimiento del controvertido aumento salarial a uno de sus asesores, algo que lo había negado anteriormente.
"No sabía que uno de ellos estaba siquiera buscando un aumento. Sí tenía constancia de que una de esas personas estaba en proceso", dijo Pruitt al ser preguntado por los legisladores del Comité de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes.
Hace días, "The Atlantic" publicó que Pruitt había aprobado subidas sustanciales de los sueldos de dos altos asesores de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) después de que la Casa Blanca lo hubiera rechazado.
Entonces, en una entrevista con la cadena "Fox", el jefe de Medioambiente subrayó que no sabía nada de esos aumentos hasta que se publicaron en los medios de comunicación.
Hoy, durante una audiencia sobre el presupuesto de su agencia, los legisladores le recordaron que la oficina del inspector general de la EPA ha constatado que los aumentos fueron firmados por su jefe de gabinete, Ryan Jackson, añadiendo en una nota "por Scott Pruitt".
"Esa decisión fue ejecutada por mi equipo... Había delegaciones que le daban a él la autoridad", argumentó Pruitt.
El jefe medioambiental de Trump también evitó rechazar si tenía conocimiento sobre que esos aumentos se habían producido y se limitó a precisar que no tenía constancia "de la cantidad, ni de que el proceso de la Casa Blanca no se había respetado".
Los aumentos de salario correspondieron a dos de sus asesores y fueron de un 33 y un 52 %, pero fueron anulados por la agencia tras hacerse público el caso, según recordó "The Washington Post".
Pruitt testificó hoy ante dos comités de la Cámara Baja durante más de cinco horas, en las que los congresistas intercalaron preguntas sobre su gestión en materia medioambiental con otras sobre los conflictos éticos y gastos controvertidos de dinero público.
En este sentido, fue cuestionado por el gasto de 43.000 dólares en un teléfono seguro para su oficina, un hecho que violó la ley federal, según la Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno (GAO).
"No estaba involucrado en la gestión. Si hubiese sabido el precio, lo habría rechazado", señaló Pruitt, quien se comprometió a acometer "cambios" en la gestión si hay procesos que no se siguen correctamente.
Pruitt incidió en que las informaciones publicadas recientemente sobre sus dispendios y conflictos de intereses tienen el objetivo "de hacer descarrilar la agenda (política) del presidente".
Ayer, la portavoz presidencial Sarah Sanders dijo que estaban "evaluando" los casos que implican a Pruitt y aseguró que esperaban que este "ofreciera respuestas" ante temas como el alquiler de un apartamento muy por debajo del precio de mercado y cuya propiedad está vinculada a un grupo de presión de la industria energética.