Motín con rehenes en la cárcel de Brasil tras fuga de 40 presos

Las autoridades ya han capturado a siete fugitivos.

La Secretaría de Seguridad Pública de Paraná informó que hasta la mañana de este sábado había aproximadamente 140 presos en la unidad carcelaria. / EFE
Efe
21 2018 - 12:40

Al menos 40 presos se fugaron este sábado de la penitenciaría pública de Santo Antônio en el estado de Paraná, en el suroeste de Brasil, lo que desencadenó un motín de otros reos, que ocuparon los tejados de la cárcel y tienen como rehenes a algunos de sus compañeros, informaron fuentes oficiales.

Según información de la Policía de la región divulgada por medios locales, la fuga se produjo hacia las 09.00 hora local (12.00 GMT) momento en el que otros presidiarios que estaban en la penitenciaría prendieron fuego a colchones y a una sala administrativa de la cárcel.

Las autoridades señalaron que el fuego ya fue controlado por los bomberos, que no se presentaron heridos y que unos cinco presos permanecen como rehenes de los otros detenidos que exigen la presencia de un juez para intermediar en la rendición y evitar retaliaciones.

Asimismo, informaron que de los 40 fugitivos ya se han capturado a siete.

La Secretaría de Seguridad Pública de Paraná, que se encarga de la administración penitenciaria, informó que hasta la mañana de este sábado había aproximadamente 140 presos en la unidad carcelaria, la cual fue proyectada para albergar 54.

El sistema penitenciario brasileño es considerado por algunas organizaciones internacionales como uno de los "peores" y "más inhumanos" del mundo debido a los altos índices de hacinamiento y las pésimas condiciones en la que están se encuentran los internos.

Según datos oficiales divulgados en diciembre pasado, la población carcelaria en Brasil alcanzó las 726,712 personas, lo que supuso un aumento de 104,000 desde 2014.

Brasil vivió una de sus peores crisis carcelarias a comienzos del año pasado después de que en varias prisiones de los estados de Amazonas, Roraima y Río Grande do Norte se registraran enfrentamientos entre reos de distintas facciones criminales, que dejaron cerca de 150 muertos.

Además de los problemas de hacinamiento, las cárceles brasileñas también padecen serios problemas de seguridad ya que muchas de ellas están controladas por facciones criminales, que incluso organizan sus actividades delictivas desde los penales.

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