Se apaga la ilusión de los panameños por falta de justicia

Los cuestionamientos a la justicia panameña se han incrementado notablemente en las últimas semanas, una situación que apaga lentamente la ilusión de los ciudadanos para que la ley sea certera, tal como concordaron este domingo 16 de octubre los invitados al programa Radar.

Al problema se suman factores como: El cuestionado fallo de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), que anula y archiva la investigación por blanqueo de capitales vinculada al exmagistrado de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) Alejandro Moncada Luna, donde se habían acusado a 14 de sus allegados; la insistencia de los fiscales brasileños por la poca colaboración de Panamá en la investigación por el caso “Lava Jato” y el desprestigio por el escándalo de los famosos “Panama papers”, donde el comité de expertos nacionales e internacionales no terminan de rendir el informe al país y a la comunidad internacional.

Un panorama desolador

Con este panorama desolador, indiscutiblemente la gran perdedora es la justicia panameña.

Roberto Eisenmann, empresario y fundador del diario La Prensa dijo que no hay duda de que la esperanza porque los casos investigados se resuelvan son pocas.

En lo que va de la administración Varela ha habido sólo dos condenas, una acordada con Moncada Luna y otra por la tenencia ilegal de armas por parte del exdirector de la Policía Nacional Gustavo Pérez, según el excanciller Jorge Eduardo Ritter.

A juicio de los panelistas, se ha popularizado entre los panameños la creencia de que no pasará nada.

Eisenmann recalcó que los ciudadanos están cada vez más decepcionados no sólo con la justicia sino también, con la credibilidad cuestionada del Órgano Legislativo, sumado a los intentos por “desbaratar la parte electoral” y los desaciertos del Ejecutivo.

“Los panameños estamos cada vez más desilusionados, con miedo, inseguridad y desesperanza”, destacó Eisenmann.

Por su parte, el exmagistrado de la CSJ Adán Arnulfo Arjona manifestó que “hay una serie de criterios desde el punto de vista técnico cuestionables” con relación al reciente fallo del Segundo Tribunal de Justicia.

En tanto, Carlos Barsallo, abogado y directivo de Transparencia Internacional indicó que se debe orientar a la población para que se preocupen por la justicia, porque es bienestar de todos.

Insisten en que los casos demuestran que el estado de la justicia no puede ser más deprimente.

“Hay una cierta deriva del sistema y no se ve claro hacia dónde vamos”, puntualizó Arjona.

El optimismo perdido

La llegada del presidente de la República Juan Carlos Varela al poder y el nombramiento de la procuradora general de la Nación Kenia Porcell llenaron de optimismo a la población, pero poco a poco se fue perdiendo.

Según Eisenmann, el caso de Brasil casi que ha llevado la labor de la Procuraduría hacia la debilidad.

“El resultado ha sido un actuar de la Procuraduría totalmente absurdo. Es como una confirmación de que lejos de cooperar e investigar van a seguir tapando a Odebrecht”, resaltó Eisenmann.

Agregó que tenía muchas esperanzas en la Procuraduría, pero “si continúa por ese camino la credibilidad va a terminar en cero”.

Mientras Barsallo indicó que Panamá debe analizar por dónde va el mundo y por dónde va el país, porque la cooperación internacional es importante.

El ejemplo de la justicia en Brasil

Según Arjona, la experiencia de lo que está sucediendo en Brasil con el caso Lava Jato está demostrando la fortaleza admirable de la justicia en ese país suramericano.

“Cuando uno ve el alcance al que ha llegado esa operación, desde donde la expresidenta Dilma Rousseff, el presidente del congreso que fue destituido, nueve de las empresas más importantes de construcción y un entramado general de personas han logrado ser sometidas por la justicia… Se tiene que concluir que la fortaleza institucional de la justicia brasileña es realmente superior”, indicó Arjona.

Barsallo también coincidió en que el caso Lava Jato debe ser tomado como un modelo de fortaleza institucional a seguir, no sólo en Panamá sino también la realidad de Latinoamérica.

Desafíos del país

Ante este panorama, Arjona indicó que el país debe evitar llegar a un estado de impunidad.

Para Barsallo el remedio implica el espíritu cívico y voces esperanzadoras que actúen con las herramientas que se tengan y de manera lógica que denoten acciones sin apresuramiento y bajo el debido proceso.

Mientras Eisenmann reiteró que la desilusión es algo muy preocupante, pero los cambios sólo vienen a través de la presión ciudadana, una responsabilidad de todos los panameños y a largo plazo la educación de todos los ciudadanos.

Por su parte Arjona manifestó que hay que trabajar para que todos los operadores del sistema identifiquen los problemas que experimentan y hacer un plan de acción que impacte para no dejar que desfallezca la fe colectiva de que el sistema de justicia panameño tiene arreglo.