"El Niño" ya está aquí

"El Niño" ya está aquí
Annette Quinn
11 de agosto 2014 - 11:34

Precisamente a pesar de que "El Niño" es un fenómeno climatológico cíclico, cuya llegada ha sido anunciada con certeza por científicos de distintas partes del mundo, Panamá no está preparada para prevenir su impacto, principalmente en el sector energético y el agropecuario.

¿ Por qué -si de verdad pretendemos ser un país del primer mundo- no podemos planificar y tomar a tiempo las medidas que sean necesarias para mitigar sus efectos?

Cada diez días el satélite estadounidense Jason 2, peina los océanos del mundo registrando los cambios en la superficie del mar y sus temperaturas.

En los últimos cuatro meses, Jason 2 ha detectado en el océano Pacífico la gestación de un nuevo fenómeno…conocido como "El Niño".

René López, ingeniero ambiental, afirmó que el fenómeno ocurre cuando se calientan las aguas en el Pacífico tropical e influyen en el clima.

El centro nacional de Despacho de la Empresa de Transmisión Eléctrica está considerando la baja en sus embalses por "El Niño" en la programación en las cuencas de los ríos Chiriquí Viejo, Chiriquí y Bayano, donde se ubica la mayoría de las centrales hidroeléctricas.

Por esta razón, ETESA está preparando un plan para disponer de energía alternativa que supla la demanda de energía durante el verano de 2015, según explicó, el ingenierio Augusto Bernal.

Estuvimos visitando e el embalse de Bayano y observamos la realidad.

Muchos de los pobladores a orilla del Bayano aseguran que los niveles están por debajo de acuerdo a la época.

“El niño" dejó sentir sus efectos con más fuerza en los años 1982 y 1997, provocando una severa sequía que redujo al mínimo los niveles de agua en los lagos artificiales de Gatún y Alajuela, que abastecen a las esclusas del Canal de Panamá y que obligó a imponer restricciones en el calado de las naves que transitan por la ruta interoceánica.

Por su parte, la Autoridad del Canal de Panamá asegura estar preparada desde hace años para hacerle frente a la reducción de las precipitaciones por el niño mediante el dragado de los lagos para almacenar el agua indispensable para sus operaciones.

Las repercusiones también se harán sentir en el sector agropecuario debido a que el fenómeno se suma a la proliferación de plagas y enfermedades que ataca a los cultivos y seca el pasto, produciendo grandes mermas en el ganado.

El impacto será mucho mayor en el denominado "arco seco" que empieza en Capira y termina en la península de Azuero.

Por el contrario, el niño impactará el Atlántico con lluvias mayores a lo usual para esa región, en especial en el sector de Bocas del Toro, la costa abajo de Colón, y el norte de Veraguas.

La experiencia vivida demuestra que la inexistencia de planes de contingencia incrementa proporcionalmente el impacto negativo y los daños económicos que provoque la llegada del fenómeno del niño.

La falta de una cultura amigable con el medio ambiente, la poca comunicación entre las autoridades y la comunidad constituyen agravantes.

El ministro de Desarrollo Agropecuario, Jorge Arango admitió que no estar preparados para enfrentar la magnitud con que viene el fenómeno del Niño.

No estar preparados es inaceptable. Es hora de tomar conciencia antes de que tengamos, como país, que lamentarnos de las consecuencias.

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