¿A dónde van los bienes de lujo incautados por el Estado?

Millonarias incautaciones realizan las autoridades en el país y los bienes incautados se pierden, se dañan o pasan a manos del Estado, según lo establece la ley. ¿Cuál es el destino de estos bienes?

Los vehículos son incautados en diversas operaciones de la Policía Nacional y el Ministerio Público. Una vez incautados, los automóviles son llevados a un corral en la vía hacia Cerro Patacón donde permanecerán durante el transcurso del proceso de investigación.

Luego, pasan a la custodia del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), que tiene la obligación de darles el mantenimiento y cuidado correspondiente.

La encargada de bienes incautados del MEF, Danya Pinzón, reconoció que todos los bienes están sujetos a depreciación, por lo que tratan de conservarlos en buen estado. Destacó que han recibido miles de vehículos y están a cargo de decenas de propiedades.

“Aparecen aprehendidos hasta que termine el proceso legal, luego pasan a ser bienes del Estado”, explicó.

Otros bienes como casas, avionetas, lanchas, joyas, y propiedades también son parte las incautaciones hechas. En muchas ocasiones se pierden porque no son custodiados como establece la ley.

“Hay personas que se demuestra que son inocentes, luego van a recuperar sus bienes y se encuentran que están totalmente deteriorados, que ya no sirven. Lo que le queda al abogado es demandar al Estado”, manifestó el abogado Víctor Orobio.

Los cuarteles permanecen llenos de autos retenidos producto de estas operaciones. Incluso el Ministerio de Salud (Minsa) ha aplicados multas, ya que estos se convierten en criaderos de mosquitos.

En el patio de la Policía Nacional permanecen 4 autos que le fueron incautados a David Murcia Guzmán, valorados en más de un millón de dólares.

“Son muy costosos, no pueden estar en un corral, no pueden estar por allí tirados. Así que están en custodia de la policía mientras se decide el destino final”, comentó el director de la Policía Nacional, Omar Pinzón.

Entre otros bienes de gran valor que permanecen incautados se encuentran las avionetas de la Escuela de Aviación de Albrook, que permanecen abandonadas en el aeropuerto Marco A. Gelabert.

También hay embarcaciones decomisadas en casos de narcotráfico que están siendo consumidas por el salitre en los puertos panameños.