Arranca la restauración de la histórica iglesia de San Felipe de Portobelo a un costo de 12 millones
Uno de los templos coloniales más emblemáticos de Panamá y el principal centro de devoción del Cristo Negro de Portobelo.
Con la entrega oficial de la orden de proceder, encabezada por la ministra de Cultura, Maruja Herrera, arrancó el proyecto de restauración integral de la iglesia San Felipe de Portobelo y la capilla San Juan de Dios, en la costa arriba de Colón. La inversión asciende a 12.2 millones de dólares y marca el inicio de una de las obras más esperadas por la comunidad portobeleña.
El contrato fue adjudicado al consorcio Unidos por el Nazareno de Portobelo, que será responsable del estudio, diseño, desarrollo de planos y ejecución de la obra, cumpliendo con los más altos estándares de conservación patrimonial.
La iniciativa responde a una promesa del presidente José Raúl Mulino a la comunidad de Portobelo y cobra especial relevancia tras la reciente inscripción de la Ruta Colonial Transístmica de Panamá en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO.
El alto comisionado a cargo de la obra, Ricardo Gago Salinero, afirmó que liderar este proyecto es “un gran reto y compromiso con la comunidad de Portobelo”, destacando que muchas de las estructuras serán traídas desde España y que se trabajará con un equipo especializado local “para preservar cada trazo de su historia y de su fe”.
Para el párroco Ángel Pinilla, esta restauración representa “un sueño largamente esperado” por los devotos del Nazareno y los residentes, quienes no contaban con los recursos para emprender una obra de tal magnitud.
Asimismo, el alcalde de Portobelo, Carlos Chavarría, resaltó que la recuperación de estos templos “impulsará el turismo y generará oportunidades de empleo para la mano de obra colonense”.
La iglesia de San Felipe de Portobelo es uno de los templos coloniales más emblemáticos de Panamá y el principal centro de devoción del Cristo Negro de Portobelo, una de las imágenes religiosas más veneradas del país y de toda América Latina.
Su construcción se remonta a 1814, cuando reemplazó a un templo anterior que quedó en ruinas. La iglesia lleva el nombre de San Felipe Apóstol, patrono de la parroquia y de la comunidad. Desde entonces, se convirtió en el corazón espiritual de Portobelo, una población fundada en el siglo XVI que fue pieza clave del sistema comercial del Imperio español en el Caribe, ya que por su puerto pasaban las riquezas del Perú rumbo a España.
En el interior del templo se custodia la famosa imagen del Cristo Negro, tallada en madera y de origen aún debatido —algunos historiadores sostienen que llegó desde España, mientras que otros creen que fue elaborada en el istmo—. Cada 21 de octubre, miles de peregrinos de todo el país y del extranjero llegan a Portobelo para la fiesta del Cristo Negro, una de las mayores manifestaciones de religiosidad popular en Panamá.