Honor y tradición, preseas de los juegos ancestrales de los emberá de Panamá

Hombres y mujeres, a la par, usando su atuendo tradicional, se alinean bajo el ardiente sol para participar en cada una de las 12 pruebas de los II Juegos Ancestrales de Emberá
Hombres y mujeres, a la par, usando su atuendo tradicional, se alinean bajo el ardiente sol para participar en cada una de las 12 pruebas de los II Juegos Ancestrales de Emberá / EFE
Efe
29 de julio 2018 - 10:36

Entre una densa naturaleza bañada por las tranquilas aguas del río Ipetí, las lanzas, arcos y flechas se convierten en emblemas de la etnia Emberá de Panamá, con unas olimpíadas que celebran sus habilidades ancestrales y buscan elevar el valor de sus tradiciones culturales frente a la influencia del mundo moderno.

Las montañas, testigos sagrados para esta etnia que ocupa enclaves en la provincia oriental y selvática de Darién, son el gimnasio donde aprendieron unas habilidades que a muchos sirven aún en su vida cotidiana y para los atletas pueden ser el camino a la gloria deportiva.

Hombres y mujeres, a la par, usando su atuendo tradicional, se alinean bajo el ardiente sol para participar en cada una de las 12 pruebas de los II Juegos Ancestrales de Emberá y poner en valor la resistencia, valentía y honor de los más jóvenes de la comunidad.

Utilizando una falda con telas llamativas conocida como Paruma y una camisa para proteger su cuerpo, Elizabeth Dequia, de 21 años, cuenta exhausta a Acan-Efe sobre su participación en la carrera de tronco, en la que cargó a cuestas una madera de teca de más de 40 libras (18,16 kilos).

"Soy una competidora, además de cargar el tronco, también estuve en la carrera de 10 kilómetros, pero siempre usando mi vestimenta por el amor que mantengo a la cultura, además por mi familia que me apoya", aseguró Dequia a Acan-Efe.

Otra atleta que se destacó con el primer lugar en la carrera de 100 metros fue Yamilca Flaco, que con su cuerpo decorado con tatuajes hechos del tinte de la baya nativa del árbol genipa americana o jagua, dijo a Acan-Efe que su motivación se centró en elevar el valor de las mujeres indígenas competidoras.

"Ingresé en los juegos ancestrales, sobre todo por mi padre, que me dirigió a estar en esta justa, inclusive sentí que mi pueblo me apoyó, aunque no es un evento deportivo común", relató.

Flaco, con 19 años, aspira a competir y ganar en los juegos nacionales de noviembre próximo un puesto que la llevaría a estar en los Juegos Mundiales de los Pueblos Indígenas, que posiblemente se realizarán en Colombia o Nueva Zelanda.

En la competencia internacional en Canadá en el 2017, la delegación de Panamá ganó 17 medallas, de ellas 9 de oro en las disciplinas de lanza, natación y carrera de 100 metros planos en velocidad.

El presidente y organizador de la actividad deportiva, Elvis Flaco, dijo a Acan-Efe que los juegos ancestrales incluye arco y flecha, cabo de fuerza, natación, miazu (lanza), jamba (canotaje), pilón, carrera con tronco, hilar leña, cerbatana, unas actividades del diario vivir de los indígenas.

Este exatleta consideró que el deporte o habilidad por excelencia de un emberá es la natación, dado que sus comunidades están situadas en ríos y desde pequeños se les enseña a estar prácticamente como peces en el agua.

"La natación es algo natural para nosotros, aunque el canotaje y las pruebas de velocidad son otras que destacan cuando nos enfrentamos a otros grupos autóctonos", declaró Flaco.

Comentó que los 150 asistentes al evento promueven la convivencia como comunidad, pero advirtió que aún existe el temor de manifestarse como son por la discriminación que enfrentan en otras partes del país.

"Con este evento promovemos la necesidad de nuestro territorio, hoy en día muchos jóvenes están olvidando su idioma, vestuario, pintura, por eso creemos que con esto se eleve el valor tradicional de nuestra identidad indígena", recalcó.

De la justa, que se inició el pasado jueves y finaliza este domingo, saldrán los 70 mejores del pueblo Emberá que irán a los Juegos Ancestrales nacionales, donde se medirán con las etnias indígenas de Wounaán, Guna, Ngäbe y Buglé.

Actualmente, existen en el país centroamericano cerca de 400.000 indígenas, que representan aproximadamente el 11 por ciento de la población total. Según el Censo de Población y Vivienda de 2010, la población estimada del pueblo Emberá es de 31.284 habitantes.

Entre tanto, líderes, jóvenes y ancianos confían que por esta vez, la estrategia y técnica en los llamados juegos ancestrales, centre en el mapa los intereses de los Emberá, guerreros natos que expresan su amor por la naturaleza.

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