Indultos no cumplen con la Constitución

El primero en reaccionar ha sido el magistrado del Tribunal Electoral (TE) Erasmo Pinilla. A través de su vocero Humberto Castillo, calificó el indulto como una maleantería, que solo buscaba ofenderlo.

Pero Pinilla no es el único. El actual secretario de la Etnia Negra, Ricardo Weeks, mejor conocido como DJ Black, aclaró que no tiene cuentas pendientes con la justicia.

“Yo no he sido nunca sindicado por delito alguno ni he tenido problemas con la justicia”, dijo el también reggaesero. Pero al mismo tiempo, indicó que el beneficio pudo habérselo dado tras la denuncia impuesta por un expresidente, sin embargo recordó que el caso fue sobreseído por un mutuo acuerdo de las partes, hace dos años.

Weeks no ha hablado con Martinelli, pero espera que le dé una explicación del por qué fue incluido en la lista tras participar de una reunión a la que fue convocado en Presidencia.

Pablo Thayer, es otro ciudadano sorprendido con su inclusión en una lista de indultos. El caso de Thayer evidenció lo accidentado de estas promulgaciones. Thayer, mediante un comunicado enviado a TVN Noticias señaló su “gran” sorpresa. “No fui consultado, ni solicite de manera alguna este indulto, jamás en mi vida he sido procesado, ni muchos menos condenado por delito o falta administrativa”, señala Thayer en la nota.

El ciudadano solicitó ser excluido de la lista, tras lo cual se publicó una nueva lista en Gaceta Oficial, sin su nombre.

Para los conocedores de la materia, la facultad que tiene el Presidente de otorgar indultos, se ha convertido en una mala costumbre para cerrar sus gobiernos.

Rubén Castillo, presidente de la Fundación para el Desarrollo Económico y Social de Panamá (Fudespa), señaló que “hay una impropiedad que se ha venido cometiendo a lo largo de los años, que tienen que ver con decretar indultos que no se compadecen con el texto constitucional, que establece circunstancias dentro de las cuales se puede mover el Presidente para dar indulto”. Agregó que el Mandatario no puede salirse de esos límites.

La exprocuradora y diputada electa, Ana Matilde Gómez, señaló que se ha perdido todo el respeto por la Ley y la verdad y aseguró que “no lo han tenido nunca por la Constitución”. Indicó que hay un retroceso de materia institucional “que causa desgreño en todo lo que publique el Estado”.

Aunque la figura de delito político deja algunas aristas sueltas, el artículo 182 de la Constitución otorga esta facultad solo en caso exclusivo de delitos políticos.

Castillo explica que el tema es definir situaciones políticas, para no contaminar la potestad de indultar con el hecho de decretar este tipo de figuras a favor de personas investigadas por delitos comunes.

Gómez agrega que el Presidente no puede otorgar indultos a personas no procesadas de forma masiva, ni personas que no tienen una condena en firme.

Pero hay quienes, por su mal uso, consideran conveniente que esta facultad sea eliminada de la constitución, a fin de evitar la intromisión del Ejecutivo en otros Órganos del Estado.

Angélica Maytín, de Transparencia Internacional, señaló que lo hecho por el Mandatario es una intromisión en un tema judicial. “¿Qué tiene que hacer un Presidente concediendo estos indultos a gente que jueces o magistrados han condenado?”, preguntó.

Estos indultos podrían quedar sin efecto o ser revocados, como ocurrió en el 2008 con varios de los indultos otorgados por la expresidenta Mireya Moscoso, entre los cuales fue favorecido el anticastrista cubano Luis Posada Carriles.

Pero la acción de Martinelli puede derivar en la comisión del delito de abuso de autoridad junto al Ministro que firmó el documento, advirtió la exprocuradora Gómez.

Incluso la posibilidad de una nueva lista de indultos, no sería conveniente, a juicio de Castillo. “El Presidente saliente debe meditar si hará una nueva lista, no creo conveniente que haya una nueva contaminación de cómo ejerce la facultad”, argumentó.

La promulgación de estos indultos sigue generando expectativas, pues hay quienes creen que la lista principal aún no se ha presentado a la faz del país.