Sanción a Norcorea el primer paso en respuesta por Sony
Estados Unidos dijo que su nueva ronda de sanciones contra Corea del Norte es solo el primer movimiento en su respuesta a un ciberataque sin precedentes a Sony. Sin embargo, hay pocas cosas más que Washington pueda hacer para aislar a un país que ya tiene pocos amigos en el mundo.
Incluso las últimas sanciones, dictadas por el presidente Barack Obama en una orden ejecutiva, no son tan duras como se podría haber esperado. Después de todo, Norcorea ya está bajo un estricto régimen de sanciones impuesto por Estados Unidos por su programa nuclear.
La nueva ronda de sanciones desvelada el viernes afecta a tres organizaciones estrechamente vinculadas al aparato de defensa de Corea del Norte, además de a 10 personas que trabajan para estas entidades o directamente para el gobierno de Pyongyang. Cualquier activo que tengan en suelo estadounidense será congelado, y se les impedirá utilizar el Sistema financiero del país.
Pero estos tres grupos ya están la lista de sanciones de Washington, y funcionarios no pudieron decir si alguna de esas 10 personas tiene tan siquiera bienes en Estados Unidos.
De todos modos, funcionarios estadounidenses presentaron la medida como una respuesta rápida y decisiva contra un comportamiento de Corea del Norte que, dicen, ha superado los límites. Estados Unidos nunca antes había impuesto un castigo a otra nación en represalia directa por un ciberataque a una de sus empresas.
"La orden no está dirigida a la población de Corea del Norte, sino más bien al gobierno de Corea del Norte y sus actividades, que amenazan a Estados Unidos y a otros", escribió Obama en una carta a los líderes de ambas cámaras del Congreso.
Corea del Norte ha negado su implicación en el ataque que provocó la divulgación de decenas de miles de correos electrónicos y archivos de negocios confidenciales de Sony, y luego se intensificó con amenazas de ataques terroristas contra salas de cine. Muchos expertos en ciberseguridad dicen que es totalmente posible que los culpables puedan ser piratas informáticos o incluso alguien de dentro de Sony, y no la nación asiática, y cuestiona que el FBI haga una acusación tan decidida.
Altos cargos estadounidenses, que informaron a periodistas bajo condición de anonimato, repitieron la afirmación de que Norcorea era la responsable y dijeron que los expertos independientes no habían tenido acceso a la misma información clasificada que el FBI.
Con esta ronda de sanciones, Estados Unidos también avisa a Corea del Norte que las represalian no tienen por qué limitarse a quienes perpetraron el ataque.
Los 10 norcoreanos señalados por Washington no tienen por qué haber estado implicados en el ataque a Sony, dijeron altos cargos estadounidenses. Cualquiera que trabaje o ayude al gobierno Pyongyang entra en el juego, dijeron los funcionarios - especialmente aquellos vinculados al sector de defensa y a operaciones de espionaje.
No hubo respuesta inmediata de Corea del Norte y Sony declinó realizar comentarios.
Aunque niega cualquier vinculación con el ataque, Norcorea expresó su furia por la comedia de Sony "The Interview", que describe un complot ficticio para asesinar a su líder, Kim Jong Un. En un primer momento, la distribuidora canceló el estreno de la cinta luego de que los cines decidiesen no mostrarla. Una vez Obama criticó la medida, Sony lanzó la película en un número limitado de salas y en internet.