Sueños Robados
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Los espacios vacíos debajo de las estaciones elevadas del sistema del metro en varias ciudades de Latinoamérica son propensos a convertirse en focos de inseguridad y suciedad, una realidad a la que Panamá no escapa.
Esta situación expuesta a través de un artículo del diario El Tiempo de Colombia, demuestra el temor de quienes se oponen al metro elevado que se construirá en Bogotá, capital de este país suramericano.
Los ciudadanos de la citada ciudad temen que el abandono de estos espacios deteriore el paisaje urbano y que el comercio del lugar termine afectado.
Según el artículo, el manejo del entorno en algunas de las seis estaciones elevadas del Metro de Panamá, de 16 kilómetros (km), “no ha sido integral”.
Las estaciones elevadas en Panamá son la 12 de Octubre, Pueblo Nuevo, San Miguelito, Pan de Azúcar, Los Andes y San Isidro.
En los alrededores de estos espacios se observan buses y autos estacionados, además de otros aspectos que hacen al área insegura.
Señala la nota que según Harvey Scorcia, especialista en transporte urbano del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) “para el manejo del entorno de secciones elevadas se ha trabajado en algunas intervenciones, pero falta un manejo que abarque todo”.
Sin embargo, destaca como uno de los avances la construcción de las zonas pagas como parte de la integración del sistema de transporte panameño.
El espacio debajo de la estación 12 de Octubre es muy oscuro, lo que constituye un área insegura para los transeúntes.
Panamá ya ha puesto en marcha la construcción de la Línea 2 del metro, que tendrá una construcción de 22 km y estará conformado por 16 estaciones elevadas.
En el caso de Medellín, Colombia, las autoridades han tenido que realizar intervenciones para recuperar plazoletas, parques y canchas deportivas aledañas al sistema del metro.
Mientras que en Lima, Perú, la parte baja en algunas zonas ha servido como refugio para gente peligrosa por lo que se han cerrado varios puntos con muros como una medida para impedir que se cometan fechorías.
Ante este panorama queda que las autoridades tomen cartas en el asunto y permitan dar mejor imagen y seguridad a la ciudadanía.