Vivir con el miedo a la lluvia: el drama de los que residen a orillas de la quebrada La Gallinaza
Cada vez que aparecen los nubarrones, la pequeña nieta de Rosa se pone nerviosa. “Me dice: mamita, ya va a llover”, cuenta. La niña se lo dice siempre angustiada.
Rosa vive en el cauce de La Gallinaza, una pequeña pero agresiva quebrada que alimenta el río Juan Díaz. Siempre que llueve se desborda. Siempre que se desborda, Rosa lo pierde todo.
“Mi esposo me dice: ¿para qué vamos a comprar muebles, si cada vez que llueve todo se nos moja?, todo se nos llena de agua”, asegura.
Sus vecinos temen que la solución al problema de las inundaciones sea mudarlos del lugar donde viven, en el corregimiento de Juan Díaz. Pero no se quieren ir sin que les reconozcan el valor comercial de sus viviendas.
“Jamás el espíritu de esto es mudar la población. Pero queremos que la población permanezca en condiciones seguras”, dijo el ministro de Vivienda, Mario Etchelecu, este sábado.
Un grupo de ministerios y la junta comunal juandieña recolectaron enseres viejos y limpiaron la zona de La Gallinaza, para evitar que con las lluvias que se esperan para el fin de la temporada el barrio se inunde, como siempre.
Sólo el pasado 20 de agosto ocurrió una de las peores inundaciones en Juan Díaz pero en lo que va del mes de noviembre por lo menos se han registrado dos inundaciones más.