El Heat celebra su campeonato en las calles de Miami
El trofeo de campeones de la NBA relucía en el medio del escenario, iluminado por una luz blanca y colocado encima de un pedestal. Y cada jugador del Heat se las ingenió para rendirle pleitesía. Mike Miller hizo una reverencia. Udonis Haslem le estampó tres besos. Chris Bosh le abrazó como si fuera su mejor amigo. LeBron James dio una vuelta alrededor antes de saludar a la multitud. La reacción de Dwyane Wade fue diferente. Tal y como fue su costumbre al término de todos los partidos de los playoffs, se presentó con un par de lentes tipo "hipster" y los colocó en el cuello del trofeo. El presidente del Heat Pat Riley, el entrenador Erik Spoelstra y el patrón Micky Arison también se pusieron pares similares de color negro. Los lentes eran de mentira, pero la euforia era de verdad. Y así, dos años después que Wade, James y Bosh se conjuntaron en Miami con una extravagante presentación, el lunes tuvieron la fiesta que más anhelaban. Cientos de miles llenaron las calles de Miami para el desfile por el campeonato del Heat. Unas 15.000 personas pudieron ser testigos en la arena del equipo de un largo acto de celebración en honor a los nuevos reyes de la NBA. "Es lo más bonito que he vivido ... Esto era mi sueño, estar acá, poder levantar el trofeo Larry O"Brien, abrazarlo, sujetarlo, no soltarlo", dijo James. Durante el desfile y bajo una lluvia de confeti, jugadores y entrenadores se subieron a autobuses de dos pisos para pasaerse junto a amigos y familiares por las calles de Miami. Spoelstra, cuando le tocó su turno para dirigirse a los aficionados, se refirió al compromiso del equipo tras el fiasco que significó la derrota ante Dallas en la final del año pasado. "Hubo gente de afuera que criticó a este grupo, a este equipo", dijo Spoelstra. "Nos descartaban. Pero nunca tomaron en cuenta lo entrañable que es este grupo, como una familia. Cada uno de estos jugadores sacrificó algo, ya sea dinero, oportunidades o minutos de juego para ser parte de este equipo. Y fue por un momento como este". Miami se consagró campeón tras vencer a Oklahoma City en cinco partidos en la final de la NBA. Fue el segundo título en la historia del Heat y el primero para James.