El despegue de Isaac Bonga, el proyecto más intrigante de Washington Wizards
El alemán está siendo una de las historias positivas dentro de una campaña muy complicada de los capitalinos
Aunque por momentos se hace difícil encontrar focos positivos dentro de una temporada de los Washington Wizards, que al menos por ahora, ha estado claramente por debajo de las expectativas, existen algunos factores que le llevan ilusión a los seguidores capitalinos. Dentro de ellos, el más oculto para el resto de la liga es el despegue que ha tenido Isaac Bonga, luego de una campaña como novato donde casi no vio la cancha con los Lakers.
Bonga fue parte del traspaso tripartito que envió a Anthony Davis a Los Angeles, llegando a Washington junto a su compatriota alemán Mo Wagner. Y si bien en un principio parecía ser una nota al pie, sobre un jugador que muchos imaginaban con continuidad en la G-League, lo cierto es que el alero se ha ganado un puesto en el quinteto inicial de Scott Brooks: ha salido como inicial en 41 de 58 juegos de Fase Regular y todo indica que seguirá sumando durante los seeding games.
A simple vista, la temporada de Bonga no parece decir demasiado. Apenas promedia 4,6 puntos, 3,2 rebotes y 1,1 asistencias, con un dato muy significativo: tiene el cuarto porcentaje de uso más bajo de toda la competencia (10,3%), solamente con Royce O'Neale (9,3%), Terrance Ferguson (9%) y PJ Tucker (8,6%) por delante.
Y sin embargo, lo que se esconde detrás de esas estadísticas y falta de protagonismo ofensivo es tan interesante, que incluso podríamos decir que tiene el techo más alto de cualquiera de los proyectos jóvenes de Washington.
Sí, claro que Rui Hachimura hoy es un jugador más productivo. Pero también se trata de alguien dos años más grande y cuya proyección, aún en el mejor de los casos, no parece ser la de una súperestrella, teniendo en cuenta sus limitaciones defensivas y en menor medida, su selección de tiro.
Afirmar hoy que Bonga será la clase de jugador que no parece estar al alcance de Hachimura, es imposible. Después de todo, insistimos: estamos hablando de alguien que prácticamente no toma decisiones en ataque. Lo que sí podemos sostener, sin lugar a dudas, es que hay un escenario posible en el que el alemán se termina transformando en alguien del molde de Pascal Siakam. Todas las herramientas para lograrlo están ahí, empezando por su crecimiento sostenido, mes a mes.
Lo primero para destacar de Bonga y de ahí la comparación con Siakam, es su enorme capacidad defensiva. La cual toma aún mayor notoriedad, teniendo en cuenta que se desempeña en uno de los peores conjuntos defensivos de la historia. El ex Lakers ya es probablemente el mejor defensor de todo el plantel de los Wizards, destacándose gracias a una versatilidad que le permite marcar múltiples posiciones.
Los números de Bonga en ese costado son un fiel reflejo de su impacto: en su carrera promedia 1,4 robos, 0,8 tapas y 6,5 rebotes por cada 36 minutos. Cifras sólidas, pero que se quedan chicas en relación a las estadísticas colectivas: cuando Bonga está en cancha, el rating defensivo de los Wizards baja exactamente 9 puntos por cada 100 posesiones (de 119,1 a 110,1). Una diferencia bestial. Y la muestra no es nada pequeña, teniendo en cuenta sus 1025 minutos en la 2019-2020.
La huella defensiva de Bonga es tan importante, que aún sin ser factor como anotador, presenta el mejor +/- del equipo, con un +2,6. De hecho, es el único Wizard (mínimo 400 minutos) que tiene un registro positivo, teniendo en cuenta que el segundo, Davis Bertans, aparece con un -0,3. Los mejores momentos de Washington coinciden con la presencia del nacido en Neuwied en cancha. De eso no hay dudas.
Lo interesante de Bonga es que a ese rendimiento en el campo propio le suma un más que interesante manejo de balón y lectura de juego, dándole todavía más valor a cada uno de sus robos o rebotes. Especialmente en un Washington que busca correr la cancha constantemente (6° ritmo más alto de la campaña).
Esa virtud llega al punto que en su desarrollo pre-NBA veía minutos jugando como base, sintiéndose realmente cómodo a la hora de subir la bola. Su relación de asistencias (76) vs pérdidas (47) no está nada mal para un jugador de 20 años, con solo 80 encuentros de experiencia NBA. Y probablemente tendría más si jugara con anotadores más efectivos a su alrededor (Washington está 20° en FG%).
Bonga tiene muchas virtudes que hoy son tremendamente valoradas en la NBA: versatilidad defensiva, buen perfil físico-atlético, manejo de balón complementario... un perimetral moderno, capaz de traer soluciones en cualquier tipo de esquema y sin la necesidad de absorber jugadas específicas.
La gran pregunta es cuánto podrá mejorar como anotador. Y en ese sentido, también hay indicios que ilusionan: está lanzando un 40% en triples en la 2019-2020 (en apenas 55 intentos) y siendo realmente eficaz a la hora de definir cerca del aro (65,1%). De nuevo, todo en pequeñas dosis, pero los destellos de esas estrellas capaces de impactar en ambos costados son fáciles de observar.
Así sucedió por ejemplo en el reciente amistoso de preparación ante los Clippers, donde el europeo acabó con 15 puntos y 12 rebotes, con un 4-7 de cancha, en 28 minutos frente a aleros del calibre de Kawhi Leonard, Paul George y Marcus Morris.
Washington es un equipo que está pasando completamente desapercibido en este retorno a la acción y hay muchas razones para ello. Pero si de joyas escondidas hablamos, hay pocos jugadores más intrigantes como el que los Wizards tienen actualmente como su alero titular.
Fuente: nba.com