¿Los Lakers están en problemas contra Denver Nuggets?
Pérdidas, fallos desde el triple, sin poder correr... fueron algunos de los errores en el Juego 3
Los Ángeles Lakers tienen un 10-2 de récord en estos Playoffs. Los cruces se dibujan sin LA Clippers, Milwaukee Bucks o Toronto Raptors, considerados sus principales adversarios por el título. Si bien todavía tienen que ganar dos encuentros más para meterse en las Finales, resulta extraño el simple hecho de plantear que puedan perder 3 de los 4 siguientes duelos. Pero, ¿y si realmente tienen un problema?
Los angelinos llegaron a verse 97-77 por debajo en el marcador del último cuarto a falta de 10 minutos. El gesto de Jamal Murray lo dijo todo. Era liberar ira y tensión, era confirmar que los Denver Nuggets siguen con vida. El espíritu de las remontadas imposibles permanece y quiere cobrarse una nueva víctima.
Los Lakers se han visto superados en dos partidos consecutivos. No es casualidad. Después de abrir la serie con una potente actuación en el Juego 1, se desconectaron. Esa fuerza que lucieron en el primer partido parece ahora quebrada. La madurez de Dwight Howard se impuso a Nikola Jokic y defensores exteriores como Alex Caruso o Danny Green arrinconaron a Murray. Los superaban por sus dos estrellas y por la jerarquía colectiva.
La realidad se percibe de maneras diferentes en función del momento, el tiempo o la persona. Hace un par de noches el triple milagroso de Anthony Davis era el aguijón que hería a los Nuggets. Ese tiro era la diferencia entre el 2-0 o el igualar el cruce. Ahora significa que, de no meter ese lanzamiento, los Lakers podrían ir 2-1 por debajo. Es más, la sensación de los jugadores de Denver, como ellos mismos apuntaron tras el Juego 3, es que han sido superiores en los dos últimos partidos y que deberían ir 2-1 al frente.
En el Juego 2 los Nuggets perdían por 16 puntos, remontaron y Jokic firmó un excepcional cierre para dejarlos por delante a falta de dos segundos. AD salvó la noche. En el Juego 3 arrasaron a los Lakers en las batallas principales (rebote, pérdidas, puntos en la pintura) y llegaron a ponerse a 20 de ventaja. ¿Tienen LeBron James y compañía un problema del que preocuparse?
El diferencial es claro y habla a favor de los Nuggets. En el segundo partido perdieron los puntos en la zona (34-38), pero ahí destrozaron en el tercero (64-48). Ocurrió lo mismo con los rebotes, área en la que cayeron de forma más ajustada en el Juego 2 (31-44) y en la que abusaron en el Juego 3 (44-25). Las pérdidas, el mal endémico del juego de los Lakers, se potencia ante lo lucha de los Nuggets: 23 en el segundo y 16 en el tercero.
Frank Vogel aplicó varios ajustes defensivos para buscar la remontada imposible en el último cuarto. Poco que perder con el -20 y la posibilidad del 3-0, tampoco puedes permitir que se crezcan. Consiguieron un impresionante parcial de 21-4 y cerca estuvieron de obrar la escalada. Pero apareció Murray.
Tanto LeBron como Davis siguen a nivel estelar. Se da por hecho, pero es increíble que noche tras noche estén siempre a la altura. Será terrible para los Lakers el día que uno de los dos esté poco fino. Necesitarán que Kyle Kuzma enchufe ese día como no lo ha hecho en todos los Playoffs. El problema para las estrellas llega cuando James tiene dificultades para asistir y cuando AD se siente incómodo en la pintura.
Los angelinos se quedaron en 6 de 26 desde el perímetro (23%) y aun así James alcanzó las 11 asistencias. Green, Davis, Rondo y Caruso se combinaron para 1 de 14 desde el perímetro. Imposible ganar así. Denver está frenando el ritmo de los Lakers, que cuando más contentos juegan es cuando defienden y pueden correr. Los Nuggets atacan muy bien y controlan el tempo del partido, así llegan las pérdidas y los fallos de los oro y púrpura.
Según Second Spectrum, se quedaron en 0 de 9 en triples liberados con el rival a más de 1,8 metros de distancia, incluyendo 0 de 3 en los últimos 5 minutos.
Malone también parece haber encontrado el antídoto para Davis, si es que existe. Paul Millsap está dejando a AD en 5 de 18 en tiro en las Finales de Conferencia, 1 de 5 en el Juego 3. En este mismo encuentro, Davis firmó un 8 de 12 contra el resto de defensores. El entrenador asignará a Jerami Grant con LeBron y a Millsap con Davis, son los que mejor están funcionando.
La calidad de los jugadores de rol de Denver también se impone. Es cierto que los Rondo, Caruso y compañía están haciendo un papel notable, pero es evidente que los Nuggets tienen más y mejores piezas. El efecto Howard se terminó tras el primer partido y en este Juego 3 ha sido negativo para Lakers en sus 14 minutos. Lejos no se queda McGee, con apenas 8 minutos y bajo rendimiento en los últimos duelos.
¿Deben preocuparse los Lakers? Ellos no tienen a Grant, Millsap o Monte Morris, piezas que están marcando diferencias a favor de los de Colorado. Los Lakers tendrán que marcar una poderosa respuesta en el Juego 4, es obligatorio. Sería ponerse 3-1 ante Denver, que solo de escribirlo parece la antesala de otra remontada con séptimo incluido. Sin embargo, darle alas a estos Nuggets y la posibilidad del 2-2 sí puede resultar suicida para unas Finales que -en los papeles de varios- deberían terminar con los angelinos representando al Oeste.
"Seguimos mandando 2-1, tenemos el control de la serie", dijo seguro Anthony Davis. Los Lakers tienen varios problemas ante estos Nuggets. Los de Malone saben que tienen que controlar el ritmo, atacar la pintura e imponerse en los tableros. Provocar pérdidas y jugar agresivos es su mantra contra los angelinos, que por su parte cuentan con la experiencia de los títulos y el peso de las estrellas. No es casualidad que hayan perdido el tercero y que estuviesen a nada de cobrar derrota en el segundo, pero no hay marcha atrás: los Lakers tienen que responder en el Juego 4 para eliminar los fantasmas que empiezan a surgir.
Fuente: nba.com