Mariano Rivera cae en un bajón, pero no está preocupado
De pronto, pareciera que Mariano Rivera no es el mismo de siempre. El panameño ha tenido tres salidas titubeantes consecutivas. Su cutter —una bola rápida que quiebra hacia un lado_, que usualmente rompe los bates y produce débiles elevados sobre el receptor y ponches fáciles, ha generado resultados muy distintos: un batazo que se estrelló contra la pared de Fenway Park, una línea ganadora hasta las tribunas y otra que superó la barda del jardín derecho. Rivera, fiel a su porte tranquilo, dijo que no está preocupado. Estas pequeñas caídas son parte del juego, insistió. Además, como saben casi todos en el mundo del béisbol, él usualmente se recupera para octubre. "No estoy preocupado en lo más mínimo", dijo Rivera. "Siempre pasa. Siempre hemos tenido esta conversación durante 16, 17 años". En estos años, Rivera ha logrado 589 salvamentos, colocándose a 13 de romper el récord de Trevor Hoffman. A los 41 años, el panameño parecía estar bien antes del pasado fin de semana. Y entonces, Rivera se convirtió en un lanzador al que se le puede batear. El domingo, Rivera dejó escapar una oportunidad de salvamento frente a Boston. El venezolano Marco Scutaro pegó un doblete hasta la barda del jardín izquierdo en Fenway Park y los Medias Rojas se recuperaron y empataron, para luego ganar en la 10ma y superar a los Yanquis en la cima de la División Este de la Liga Americana. El martes, Rivera abrió la novena entrada en el relevo de un partido empatado frente a los Angelinos de Los Angeles en el Yankee Stadium. Con dos outs, el venezolano Bobby Abreu pegó un cuadrangular de dos carreras para la victoria. Ese fue el primer jonrón permitido por Rivera a un ex compañero desde 1998, cuando Mike Stanley lo logró, dijeron los Yanquis citando al Elias Sports Bureau. El jueves, el panameño se metió en un embrollo en la novena entrada frente a los Angelinos. Russell Branyan, un toletero propenso a los ponches, le pegó al primer lanzamiento hasta las gradas para remolcar tres carreras. Branyan estaba de 5-0 con cuatro ponches frente a Rivera antes de ese turno al bate. Al menos Rivera pudo recuperarse y conseguir los últimos dos outs para su 30mo salvamento en 35 oportunidades. Está de 1-2 con un promedio de carreras limpias permitidas de 2.40. "Este tipo de juegos me molestan porque no hago lo que debería hacer", dijo. "No es que esté fallando y fallando. "Fue sólo un lanzamiento, en una de esas rachas. Así pasa". Aún así, no es una escena que los Yanquis vean frecuentemente: un cutter de Rivera que no quebró al final. El suyo es un lanzamiento que suele quebrar sin piedad hacia adentro para los bateadores zurdos y se les escapa hacia afuera a los derechos. "Con él uno dice, "Me preparo para una roleta y 1-2-3, se terminó el partido""", dijo el segunda base dominicano Robinson Canó. "Pero está pasando por una mala situación y eso lo hará más fuerte".