El año en que el boxeo ganó el Oscar

El año en que el boxeo ganó el Oscar
El año en que el boxeo ganó el Oscar
Redacción Tvmax
28 de febrero 2014 - 15:27

En sus inicios el reconocido actor Sylvestre Stallone no tuvo la suerte que esperaba. Tras formase en la escuela dramática de Miami y haber cursado estudios en Suiza, Stallone se había presentado sin éxito a todos los agentes de casting de la ciudad, por lo que se centraba en ese momento en escribir guiones. En opinión de las agencias, el joven actor tenía poca fotogenia y su mala vocalización, provocada por la parálisis de un nervio facial por el uso de fórceps en su nacimiento, reducía sus posibilidades de conseguir papeles importantes. Fue entonces cuando se presentó a una audición y conoció a los productores de la compañía United Artists, Irwin Winkler y Robert Chartoff. No superó el casting, pero cuando se iba a marchar, mencionó que aparte de actuar, también escribía guiones. El chico les cayó bien y aunque no tenían papeles para él, decidieron echarle un vistazo a las historias que había escrito. Cuando Winkler y Chartoff leyeron la copia del guión de Rocky, quedaron impresionados por su brillantez. Le hicieron una oferta de compra a Stallone. Le ofrecieron 25.000 dólares. A pesar de lo mucho que necesitaba el dinero, el actor puso una condición para vender su historia; Él mismo tenía que interpretar al boxeador de la película. Si no era así, no vendería los derechos del guión. Días después, Llegaron a ofrecer a Stallone 360.000 dólares por su guión, cifra rechazada por el actor. Stallone no vendería nunca su libreto si no aceptaban las condiciones, tenía auténtica fe en sus posibilidades como actor. Los empresarios decidieron dar una oportunidad al joven de 29 años, a cambio de que éste no cobrara un dólar por su interpretación. Sólo recibiría dinero por su labor de guionista. Stallone aceptó. En noviembre de 1975, comenzó el complicado rodaje de Rocky. Las desamparadas calles de Filadelfia fueron el perfecto escenario del film, donde se rodó, sin permisos, la totalidad de las escenas de exteriores en apenas tres semanas. La premura en el rodaje propició numerosos momentos de improvisación, como el de la manzana que le lanza un vendedor de frutas a Rocky, acción que no estaba prevista en la escena. Estas carencias presupuestarias también favorecieron en muchos aspectos a la película. Como no había tiempo para instalar grúas, los estudios decidieron experimentar con un novedoso sistema de filmación, el Garret Brown’s Steadycam. Una cámara sujeta a un sistema de poleas para evitar el movimiento del operario al andar, que hizo de Rocky una película única. Escenas como la del matadero o la famosa secuencia de Rocky subiendo los 72 escalones del Museo de Arte de Filadelfia, no hubieran podido rodarse de esa manera, pues una cámara convencional no ofrecía esa posibilidad de movimiento. El sistema inventado por el operario Garret Brown, también fue usado en las escenas del combate final, sin duda, el momento más difícil de toda la película. Rocky se estrenó en Nueva York, el 21 de noviembre de 1976, con largas colas rodeando los cines donde se proyectó por primera vez. Fue todo un éxito de público y crítica. Recaudó más de 117 millones de dólares solamente en Estados Unidos, recibió 10 nominaciones para los Oscars y generó el inicio de una saga compuesta por cinco películas más a lo largo de tres décadas. En 1977 la ceremonia más glamurosa de la Academia aún se celebraba en el recordado Dorothy Chandler Pavilion de Los Ángeles. Uno de los momentos más recordados fue cuando Muhammad Ali apareció en el escenario mientras Stallone se dirigía al público y, bromeando, le reprochó al sorprendido actor haber usado su imagen para plasmar en la película al mis mísimo Apollo Creed. Un joven Jack Nicholson abrió el sobre que desvelaba el nombre de la película ganadora. Se pudo escuchar la célebre frase: ...And the Winner is.. y la respiración de los asistentes se contuvo durante un instante, hasta que Nicholson finalmente pronunció: “!!Rocky!!” . El patio de butacas estalló en sorpresa y griterío en un clamor similar al del público del Coliseum de Richfield, cuando Chuck Wepner mandó a la lona a Ali dos años antes y el film se llevó aquella noche su tercera estatuilla. Fue la primera película deportiva de la historia ganadora de un Oscar. Texto: Reportaje especial de ASColor, revista deportiva del Dario As de España

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