Bolivia espera a Infantino como una bocanada de aire fresco para su crisis
FIFA visita a Bolivia.
El nuevo presidente de la FIFA, Gianni Infantino, llegará este miércoles a Bolivia para insuflarle una bocanada de aire fresco al atribulado fútbol local que se debate en una aguda crisis, además de batirse en un partido informal con Evo Morales, en la penúltima escala de su primera gira suramericana.
Con la llegada de Infantino, "habrá un cambio, un giro en el fútbol nacional, siempre en cuanto a los cambios que atraviesa la FIFA", presagió el nuevo presidente de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), Rolando López, entusiasmado por su visita.
Junto al mandamás de la FIFA, de 46 años, está prevista la llegada del presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, y otros dirigentes jerárquicos del fútbol suramericano.
Se trata del tercer presidente de la FIFA que llega a Bolivia. El primero fue Joao Havelange, en la década de los 70, y el segundo Joseph Blatter, en 2000, para calmar las aguas agitadas por un plan -luego abortado- de vetar el juego en la altitud de La Paz (3.600 msnm).
Respaldo pleno tras la crisis
Aunque se trata de una visita protocolar, López la interpreta como "un respaldo pleno a la Federación", que sorteó, especialmente en 2015, momentos críticos como el encarcelamiento de su titular, Carlos Chávez, extesorero de Conmebol, investigado por la justicia nacional por corrupción.
Chávez y el boliviano Rommer Osuna, extesorero de Conmebol, figuran entre los 40 exdirigentes y empresarios inculpados por corrupción por la justicia estadounidense, de los cuales 14 se declararon culpables.
Chávez fue mencionado en las investigaciones preliminares del escándalo de la FIFA como receptor de un soborno de 7,5 millones de dólares.
La acusación fiscal boliviana a Chávez y otros tres altos dirigentes -entre los que no figura Osuna- es por "legitimación de ganancias ilícitas, uso indebido de influencias, beneficios en razón del cargo, delitos tributarios y estafa con la agravante de víctimas múltiples".
La Fiscalía investiga también el destino dado a la recaudación de un partido amistoso disputado entre las selecciones de Bolivia y Brasil. Parte de esos dineros supuestamente debían beneficiar a la familia de un joven que murió por una bengala en un partido oficial en febrero de 2013, por la Copa Libertadores, entre el boliviano San José y el brasileño Corinthians.
La crisis dirigencial acarreó también una incertidumbre económica y el bajón futbolístico del seleccionado nacional, que desde entonces vio pasar a tres técnicos en el lapso de un año.
Bolivia acaba de perder con Argentina por 2-0 en la clasificatoria sudamericana y con apenas tres puntos en seis partidos, corre riesgo seriamente su boleto a Rusia-2018.
La llegada de Infantino tiende a constituirse en un espaldarazo a la FBF, según López, que espera que "la subsiguiente semana comiencen las obras para terminar (de construir) el CAR (centro de alto rendimiento)", una infraestructura inacabada hace una década por problemas propietarios de las tierras y donde se invirtió ya "cerca de un millón de dólares".
"Con 100 mil dólares podíamos terminar la obra y destinar unos 200 mil para un equipamiento de primera", apuntó López, que ya comprometió a Infantino y la Conmebol para el financiamiento, a través de la Fundación Gol.
Diversión y política
Infantino jugará el jueves un partido de fútbol con el equipo del presidente Evo Morales, un apasionado futbolista amateur. Para ello desembarcará en Cochabamba, centro de Bolivia, una región de clima cálido a unos 2.400 m de altitud, acompañado de exmundialistas como el brasileño Cafú, el español Fernando Hierro y el argentino Martín Palermo.
Previamente Morales le conferirá el Cóndor de los Andes, la máxima condecoración que otorga el Estado boliviano.
Infantino concluirá su estancia en Bolivia hacia el mediodía del jueves, rumbo a Colombia, última escala de su gira suramericana que lo llevó por Paraguay y Uruguay.