Sin titubear, Gremio destaja a Guaraní y clasifica a cuartos de Libertadores
Con un gol de camerino que sepultó cualquier amague de remontada, Gremio clasificó a cuartos de final de la Copa Libertadores al ganar 2-0 este jueves en Porto Alegre al paraguayo Guaraní, al que venció por el mismo marcador en Asunción.
El tricolor gaúcho de Renato Portaluppi alargó su invicto a 15 fechas -en todas las competiciones que disputa- con una anotación tempranera de Ferreira (3) y un tanto de Rodrigues en el último suspiro (90+7), en cotejo disputado en el estadio Arena do Gremio.
Guaraní, del argentino Gustavo Costas, disputó los últimos minutos con diez hombres, tras la expulsión del lateral Miguel Benítez (87).
Con la clasificación a cuartos, donde enfrentarán a sus compatriotas de Santos, que eliminaron a Liga de Quito en octavos de final, los brasileños se consolidaron como protagonistas recurrentes del principal torneo de clubes de América.
- Sepultura exprés -
Doblegar a un equipo que antes del pitazo inicial arrastraba 14 partidos invicto -la mejor racha de los clasificados a Libertadores- era una tarea ardua. Pero además sobreponerse a un gol de camerino era ya una utopía.
Guaraní no había empezado el partido y ya había ajustado dos reveses: la derrota 2-0 en casa y tener que regresar a los túneles a cambiarse de camiseta porque la suya era similar a la azul celeste de Gremio.
La tardanza de nueve minutos para empezar el cotejo por el impase de las casacas pareció desconcentrar a los paraguayos.
Renato Portaluppi ha advertido de la capacidad anotadora y asistidora de Jean Pyerre. Y el mediocampista de 22 años respondió a los elogios con un precioso pase que quebró a la defensa aborigen.
La pelota encontró por la izquierda a Bruno Cortez. El lateral filtró la pelota al centro del área y Ferreira, novedad en el once, apenas la empujó.
La preocupación de Costas abría pocas puertas a una remontada.
Gremio mantuvo una intensidad más propia de un equipo necesitado de un resultado que de un dominador ávido de ponerse su cuarta corona.
Con la propiedad de un veterano, Jean Pyerre condujo a sus compañeros en una campaña ofensiva apenas interrumpida por disputas en el mediocampo. Y por falta de una pausa en el último tramo del área, de parte de los brasileños, para sacudir el pórtico del argentino Gaspar Servio.
- Premio a la constancia -
Con la propiedad de un veterano, Jean Pyerre condujo a sus compañeros en una campaña ofensiva apenas interrumpida por disputas en el mediocampo. Y por falta de una pausa en el último tramo del área, por parte de los brasileños, para sacudir el pórtico del argentino Gaspar Servio.
Jean Pyerre, que marcó en la ida, salió en el epílogo del primer tiempo por una aparente fatiga muscular.
Sin su figura, Gremio apenas probó a Servio en un remate cruzado de Lucas Silva y la descolgada de Rodrigues, segundos antes del pitazo final, que sentenció el cotejo.
Su adiós prematuro acicateó a Guaraní, que pudo empatar en un testazo de José Florentín que estrenó los reflejos de Vanderlei. Después, el uruguayo Rodrigo Fernández, en un soberbio disparo de media distancia, lo volvió a exigir.
Aunque combativos, los paraguayos volvieron a padecer el cortocircuito ofensivo de Cecilio Domínguez, Raúl Bobadilla o Fernando Fernández que le provoca insomnio a Costas: apenas once goles en igual número de juegos.
La clasificación es un premio a la constancia de un equipo que en los últimos años se ha acostumbrado al protagonismo: alzó la Libertadores en 2017 y en las siguientes dos ediciones llegó a semifinales, siempre con Portaluppi en el banco.
Y un castigo a un Guaraní rendido a la irregularidad. En las últimas once salidas, los aborígenes ajustaron cinco derrotas y cuatro triunfos.