El Betis desahoga sus penas en Europa

El Betis se olvidó de sus múltiples problemas ligueros y se dio una alegría en su viaje por Europa. Demostrando que esta plantilla todavía no está muerta, el conjunto verdiblanco se impuso al Rubin Kazan por un claro 0-2 y espera al Sevilla en los octavos de final. Nono y Rubén Castro fueron los goleadores, pero lo cierto es que alguno más se podría haber sumado a la fiesta de haber estado algo más acertados de cara a la meta rival. Ante las dudas si es bueno o malo pasar rondas en la Liga Europa debido a que es un desgaste que se puede notar en la lucha por la salvación, los de Calderón las despejaron desde el pitido inicial cerrando el centro del campo y poblando el campo del rival en todo momento. Sólo sufrieron en momentos puntuales y Adán, apenas tuvo que mancharse los guantes para dejar en la cuneta a un pobre Rubin Kazan. Sin la presión que supone el día a día de la Liga, los béticos sacaron la calidad que tienen en sus botas y que les permiten levantar a los aficionados de sus asientos con gestos como el gol de Rubén Castro, la jugada individual de Baptistao, las galopadas de Cedric o las recuperaciones de N"Dioye. Una vez más, se vio que el Betis necesita un psicólogo antes que un entrenador. Leo Baptistao se sacó una acción personal de la chistera para superar a tantos rivales como salieron a su alcance por el centro el ataque y terminó cediendo a un Rubén Castro que sacó su versión de la pasada temporada. El canario, con toda la calma y calidad del mundo, picó el esférico ante el portero rival y mandó el esférico a los octavos de final de la Liga Europa. El Sevilla espera en octavos, se celebrará el primer derbi sevillano en competiciones, algo muy atractivo pero que no debería despistar demasiado a un Betis que tiene su particupar título con la lucha por la salvación, algo que estará mucho más cerca si mantiene este juego. Texto: Pablo Egea/Marca.com