El Jiangsu, un reflejo de las vacas flacas que acechan al fútbol chino
La pandemia le pasa factura
En 2019, el Jiangsu FC estuvo muy cerca de fichar a la superestrella Gareth Bale. Hoy es campeón de China, pero sus problemas económicos levantan dudas sobre su supervivencia, un símbolo de las vacas flacas que acechan al fútbol del gigante asiático.
Propiedad del grupo Suning, que posee también el Inter de Milán, el club con sede en Nankin es solo una sombra del que ganó la Chinese Super League hace solo tres meses.
- Fuga de talentos -
El club ha sufrido la salida de muchas piezas fundamentales, empezando por el delantero brasileño Alex Teixeira, fichado en 2016 por 50 millones de euros (60 millones de dólares) y clave en la conquista del título. Se fue en pretemporada después de cumplir su contrato.
El delantero croata Ivan Santini también hizo las maletas, así como el técnico, el rumano Cosmin Olaroiu.
En la defensa, el internacional brasileño Miranda, antiguo jugador del Inter y del Atlético, decidió partir.
"¿A qué se va a parecer el equipo del Jiangsu la próxima temporada? Por ahora, nadie tiene una respuesta clara", señala el diario Oriental Sports Daily.
"Nadie sabe lo que el equipo busca para esta temporada, todo lo que los jugadores pueden hacer es esperar", escribió el diario, que prevé la salida de otros jugadores, entre ellos varios chinos.
Ya la pasada temporada empezaron a aflorar los problemas económicos. Los jugadores rechazaron incluso entrenar durante un tiempo porque no habían sido pagados, según los medios.
"Teníamos problemas con los adversarios y también problemas internos en nuestro club. Esto me ha decepcionado un poco, incluso si ganábamos" declaró Olaroiu en el podcast The Asian Game, ante de que los medios anunciaran su salida.
Actualmente los jugadores no saben cuándo se reanudarán los entrenamientos. La Super League debe comenzar en unos meses, en una fecha todavía no definida debido a la pandemia de covid-19.
Y la situación del Jiangsu no es un caso aislado en el fútbol chino. Otros clubes de la Super League también están en dificultades.
La época en la que los clubes chinos fichaban estrellas por cantidades astronómicas (72 millones de dólares por Oscar el Shanghai SIPG, 34 millones por el también brasileño Ramires el Jiangsu...) ya parece lejos.
- Control más estricto -
Además de la pandemia, que ha golpeado con dureza a todos los sectores económicos en todos los países, en el final de la edad de oro del fútbol chino también tiene que ver el control más estricto establecido por la Federación China de Fútbol (CFA), que busca un modelo económico que funcione a largo plazo, poniendo un techo salarial a las estrellas.
En 2019 el Jiangsu intentó fichar a Bale, sin tiempo de juego en el Real Madrid. La operación estuvo a punto de completarse, aunque el futbolista finalmente se quedó en la capital española.
Suning desmintió en diciembre sufrir problemas económicos, pero el sitio Soccer News afirmó que "la supervivencia es la prioridad" del grupo, que podría vender el club.
La semana pasada, Zhang Jindong, dirigente de Suning, afirmó que el grupo iba "a concentrarse en su actividad comercial".
No se refirió específicamente al deporte, sí a la situación económica general. Pero sus comentarios provocaron sudores fríos en los seguidores del Jiangsu. Y también a los del Inter de Milán, actualmente al frente el campeonato italiano.