El Barça, en primera fila del debate sobre la independencia de Cataluña
Cerca de un referéndum determinante para el futuro del sector que representa
El Barcelona, estandarte histórico del catalanismo, ocupó su propio espacio en el debate de los últimos meses sobre la independencia, posicionándose a favor de la celebración de un referéndum.
El pasado 20 de septiembre, en reacción a la detención de 14 altos funcionarios del gobierno regional implicados en la organización de la consulta, el club emitió un comunicado en defensa "del país, de la democracia, de la libertad de expresión y del derecho a decidir".
El Barça "condena cualquier acción que pueda impedir el ejercicio pleno de estos derechos", añadía el comunicado del club, que en mayo se unió al llamado Pacto Nacional por el Referéndum, una iniciativa que trató en vano de acordar una consulta vinculante con el gobierno español.
El Barça tomó la decisión bajo una "presión muy alta de su base social", analiza Carles Viñas, historiador catalán en la Universidad de Barcelona.
"El Barça es reflejo desde su fundación de las ideas sociales y políticas de Cataluña", añade Carles Feixa, antropólogo del deporte en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.
Para el 1 de octubre, el día del referéndum, algunos hinchas querían que los futbolistas jugaran contra Las Palmas vestidos de los colores rojo y amarillo de la bandera catalana, la "senyera".
Sin embargo, la dirección del club confirmó que vestirán la habitual camiseta blaugrana, y pidió concentrarse en lo puramente deportivo.
El Camp Nou, bastión catalán
El estadio del Barça fue cerrado bajo la dictadura de Miguel Primo de Rivera (1923-1930) después de que se escucharan silbidos contra el himno de España. Más tarde, durante la dictadura franquista (1939-1975), fue uno de los pocos espacios donde se toleraba el uso de la lengua catalana.
Carles Feixa afirma por ello que en esa época "el Barça era un parlamento sustituto. Lo que no se podía expresar en los foros democráticos se expresaba en el fútbol".
Un papel que según él perdura hoy en día, en democracia. Traduciendo el ascenso del independentismo en la política catalana, la afición blaugrana se ha habituado a gritar "Independencia", y a desplegar pancartas gigantes con el lema "Welcome to Catalonia" y banderas separatistas.
Unas banderas que incluso le han costado al club multas de la UEFA, que prohíbe exhibir mensajes políticos en los estadios.
Por otro lado, incide Feixa, la amenaza del presidente de la Liga, Javier Tebas, de excluir al Barça si Cataluña llega a ser independiente "tienen un efecto contraproducente, la gente en vez de calmarse, va un poco más allá".
Y es que según el historiador Jordi Casassas, "la idea de que hay una cierta persecución del Barcelona por la vía jurídica, por la vía económica, etc., es una opinión bastante común" entre la afición azulgrana.
Algunos hinchas, argumenta, creen que si su defensa Gerard Piqué es tan silbado en toda España es por sus posicionamientos a favor de Cataluña.
Un vivero deportivo y nacionalista
Además de formar en su cantera a estrellas como Xavi, Andrés Iniesta o Lionel Messi, el Barça, que según su lema es "más que un club", es también una caja de resonancia de los abogados del catalanismo.
Ya en 1936, el presidente del club, Josep Suñol, era diputado de la izquierda nacionalista catalana. Fue capturado al comienzo de la Guerra Civil (1936-1939) por partidarios del general Francisco Franco y fusilado sin proceso, lo que lo convirtió en un mártir.
En la actualidad, Pep Guardiola, que fue formado en la "Masia" y brilló primero como capitán y luego como entrenador, hace campaña por la independencia de la región.
El actual técnico del Manchester City ocupó simbólicamente el último lugar en la lista separatista que ganó las elecciones regionales de septiembre de 2015, Junts pel Sí (Juntos por el Sí).
Ramón Miravitllas, autor del libro "La función política del Barça", recuerda que "el momento de mayor gloria del club se dio durante el mandato de un presidente independentista, al que todos los partidos se disputaban", Joan Laporta (2003-2010).
Sin embargo, lamenta las tomas de posición del club, que "rompe su propia cohesión" según él.
Para Miravitllas, el club es como una salsa con muchos "sabores", es decir, con jugadores y aficionados de diferentes sensibilidades políticas y de todas las latitudes y orígenes sociales.
La prueba de ello, incide Carles Feixa, es que el fundador del Barça fue un suizo, Joan Gamper, su jugador más emblemático Johan Cruyff, un holandés, y su gran estrella actual Leo Messi, un argentino.