El francés Nasri busca en el Antalyaspor turco una nueva oportunidad

El internacional francés Samir Nasri, ex del Mánchester City y del Sevilla, firmó este lunes un contrato por dos años como nuevo jugador del Antalyaspor, anunció el club turco.

"Después de hablar con Samir Nasri y con el club, se ha llegado a un acuerdo por dos temporadas", indicó la entidad otomana en un comunicado, sin precisar los detalles financieros de la operación.

El jugador de 30 años llegó el domingo a la ciudad del sur de Turquía y, según los medios de ese país, percibirá cuatro millones de euros por temporada.

Nasri había publicado horas antes en las redes sociales una foto en la que aparece sonriente a punto de embarcar en un avión privado, mostrando con los dedos la 'V' de la victoria.

El internacional galo no contaba para Pep Guardiola, entrenador del City.

Nasri, llegado al City en 2011, jugó cedido en el Sevilla la pasada temporada.

En el club hispalense, el francés consiguió enseguida, merced a sus grandes actuaciones, meterse en el bolsillo a la afición, a la prensa local y a su entrenador, el argentino Jorge Sampaoli.

"Nasri es determinante para nosotros. Cuando juega, el equipo se apoya mucho en él y en sus cualidades técnicas", dijo la temporada pasada el hoy técnico de la Albiceleste, que con frecuencia definía al menudo centrocampista como un "jugador increíble".

Gran talento, difícil carácter

Pero todo empezó a torcerse en los octavos de final de la Copa de Europa. El Sevilla viajaba al estadio del Leicester con un 2-1 favorable tras el partido de ida (en el que fueron muy superiores a los Foxes). Nasri, que contaba con una amarilla, cayó en la trampa que le tendió Jamie Vardy cuando el partido estaba en su momento más álgido.

El francés respondió con un ligero cabezazo a las provocaciones del delantero local y fue expulsado, condenado a su equipo, que perdería la eliminatoria.

A partir de ahí sus actuaciones fueron cada vez menos decisivas y su relación con la prensa y el entrenador se fue enfriando, algo que ha sido una constante a lo largo de su carrera.

El francés es un jugador de indiscutible talento pero también de carácter difícil, lo que le ha costado no volver a la selección francesa -con la que suma 41 partidos y cinco goles- desde noviembre de 2013.

En su nuevo club, donde coincidirá con el camerunés Samuel Eto'o, el medio centro buscará una nueva oportunidad.