Uruguay Campeón de la Copa América 2011
Uruguay desempolvó la gloria del pasado para anunciarle al presente que es el nuevo campeón de la Copa América y el principal ganador de ese torneo en sus 95 años de historia. Con goles de Luis Suárez y Diego Forlán, Uruguay derrotó 3-0 el domingo a Paraguay y se llevó para su país el título número 15, uno más que Argentina, a la que primero eliminó en cuartos de final y después le dio la vuelta olímpica en su propia casa. Suárez abrió la cuenta a los 12 y Forlán aumentó a los 42 y 89. Tres mazazos difíciles de digerir para un equipo paraguayo que se clasificó subcampeón sin ganar un solo partido, y con las ganas de llevarse su tercer título en la historia. Uruguay sacó a relucir de entrada su marca y anticipo, con Diego Pérez patrón del mediocampo, complicando más de la cuenta a un Paraguay replegado en demasía con sus arietes Pablo Zeballos y Nelson Haedo Valdez sin poder despegarse de una sólida defensa Celeste. El primer murmullo de gol sobrevoló dos veces seguida en el estadio y en ambos casos por el juego aéreo uruguayo y la capacidad de sus defensores para mandarse al ataque y ganar por esa vía, gracias al capitán Diego Lugano y a su compañero de zaga Sebastián Coates. Fue así como Lugano recibió un córner y su cabezazo se lo tapó Justo Villar en forma notable y en la carga posterior otro golpe de cabeza, este vez de Coates, fue sacado con la mano por el centrocampista Néstor Ortigoza en un claro penal ignorado por el árbitro Salvio Fagundes. Lejos del área y replegado más de la cuenta, Paraguay no enhebró maniobras ofensivas claras ya que su dupla de ataque Haedo Valdez-Zeballos no podían escapar a la vigilancia de una sólida defensa comandada por Lugano. Cuando los ataques uruguayos se hacían moneda corriente, Suárez recibió una pelota en el área, controló con la derecha, enganchó y doblegó a Villar con la zurda. El artillero del Liverpool inglés primero se llenó la boca de gol y después se dejó caer para recibir a una montaña de compañeros en el festejo. Con ambos equipos pegando más de la cuenta, Uruguay mantuvo el control del partido, con Suárez y Forlán tomando a contrapierna a la defensa rival en la que Iván Piris y Paulo da Silva fueron sorprendidos a menudo. Eso fue lo que ocurrió cerca de la media hora cuando Forlán pasó como ilustre invitado de la casa entre la defensa y su disparo se lo salvó Villar, el mejor arquero del torneo. Las ilusiones charrúas se afianzaron con el segundo gol que nació en la tenacidad de Egidio Arévalo Ríos, quien le birló el balón a Ortigoza en la medialuna del área y se la pasó a Forlán, quien sacudió de zurda la red ante unas 53.000 personas, casi las tres cuartas partes de ellas uruguayas. Forlán, del Atlético de Madrid y el mejor jugador del Mundial de Sudáfrica 2010, convirtió así su primer gol en la copa y quebró una sequía de 12 partidos sin convertir. Agregó el segundo en el último minuto del encuentro, en un contragolpe perfecto en el que recibió un pase de cabeza de Suárez. "Soy, Celeste, Celeste yo soy", cantaron miles de uruguayos, que gritaron ese gol de tal manera que el eco pareció deslizarse sobre el cercano Río de La Plata para escucharse en Montevideo. Paraguay salió con más bríos en el complemento y al despuntar el segundo tiempo se llevó una flor de susto: pase de Ortigoza para Haedo Valdez, quien le pegó como venía y la pelota reventó el ángulo izquierdo de Fernando Muslera, quien dio la impresión que apenas la rozó. Buen toque de atención para Uruguay, que volvió a concentrarse en las marcas aunque si bien conservó el equilibrio colectivo perdió precisión en el traslado. Paraguay se fue arriba como pudo, sin sustento táctico y ello fue aprovechado por Uruguay en un par de contragolpes, entre ellos uno de Sebastián Eguren que Villar tapó con una mano. La mano salvadora del arquero y las miles de manos que al finalizar el partido se cansaron de aplaudir a los flamantes campeones.