"Vengo a poner el pecho ante las balas", dice Lugano en retorno al Sao Paulo

El zaguero uruguayo Diego Lugano afirmó hoy que regresa al Sao Paulo, donde jugó entre 2003 y 2006, para "asumir la responsabilidad" y "poner el pecho ante las balas".

"Voy a ser foco de las críticas y de los malos momentos del club. Vengo a asumir la presión, a asumir la responsabilidad y a poner el pecho ante la balas", resaltó el jugador, quien hoy fue presentado en el centro de entrenamientos del Sao Paulo.

El uruguayo, procedente del Cerro Porteño paraguayo, evitó calificarse como el nuevo líder del equipo tras la salida del capitán Rogério Ceni, pero admitió que regresa al club paulista "con la obligación histórica de hacer parte la transformación".

Lugano, quien expresó su deseo de terminar su carrera en el Sao Paulo, destacó que vuelve al equipo con la misma "ilusión" con la que llegó por primera vez hace 13 años, "aunque con las dificultades de cualquier jugador de 35 años".

"Con 35 años no puedes ser el mismo que con 23, el hincha lo sabe y sabe lo que puede esperar de mí", agregó el jugador.

El zaguero, quien criticó el "calendario asesino de Brasil", admitió que necesita una "preparación fuerte" antes de sumarse al equipo, que disputará la fase previa de la Copa Libertadores ante el peruano César Vallejo el próximo 3 de febrero en Trujillo y el partido de vuelta el 10 del mismo mes en la capital paulista.

Lugano se comprometió a crear "un vínculo de lealtad" con el técnico del Sao Paulo, el argentino Edgardo 'el Patón' Bauza, quien asumió las riendas del club a finales de diciembre.

"Entre Argentina y Uruguay hay una similitud futbolística y de personalidad muy parecida. El Sao Paulo necesita de nosotros", señaló.

Cuestionado sobre un eventual regreso a la selección uruguaya, Lugano afirmó que "es momento de dar paso a los chavales", pero precisó que está dispuesto a ir si "la patria" le llama.

"Si la patria me llama aquí estoy yo. Estoy a disposición para ir y dar la cara", dijo.

Lugano desembarcó en el Sao Paulo por primera vez en 2003 y defendió la camiseta del club durante tres años, periodo en el que conquistó la Copa Libertadores, el Mundial de Clubes de la FIFA y el Campeonato Brasileño.

En los diez años en los que estuvo por fuera del equipo paulista, el uruguayo jugó con el Fenerbahce turco, al París Saint Germain, el español Málaga, el británico West Bromwich y el sueco BK Häcken.