Rivera vence al nerviosismo y llega a la final
Dueño del mejor registro de la temporada, uno que le hubiese valido ganar la medalla olímpica de oro hace un año, Luis Rivera ha tenido que tomar a la carrera un curso sobre cómo conducirse frente a las exigencias de la alta competencia en el atletismo. Rivera cumplió el miércoles con la asignatura de asegurar el pase a la final del salto de longitud, como el quinto de la ronda eliminatoria con 8,04 metros, y ahora intentará buscar darle a México su primera medalla en un Mundial de atletismo desde 2009. De la noche a la mañana, el nombre de este ingeniero industrial de 26 años se ha convertido ahora es mencionado entre los grandes candidatos al podio en Moscú. Su nuevo perfil se debe a un prodigioso salto de 8,46 metros que logró el mes pasado en la Universiada en Kazán, otra ciudad rusa. "Venía con un poco de nervio y ansiedad, pero muy motivado como se venía la temporada", declaró Rivera. "Sabía que tenía la capacidad para estar en la final. Pero una cosa es la competencia y otra lo que se ha hecho antes". El pase final fue sufrido, ya que no se certificó hasta el tercer y último intento. Logró 7,78 en el primero, dio nulo en el segundo -en el que sufrió un leve corte en el tobillo derecho- y gracias al tercero logró escalar posiciones para situarse entre los 12 finalistas. Su presencia en la final del viernes en el estadio Luzhniki tiene un ribete inédito: será la primera vez que un mexicano intervendrá en una definición en una competencia de campo. "Poder ejecutar en el momento de la hora cero era importantísimo", replicó cuando le preguntaron sobre cómo manejar la presión en su debut mundialista. "Pero para el tercer salto ya estaba cómodo". La suya ha sido una extraordinaria progresión, al considerar que había quedado en un distante 32do lugar en los Juegos Olímpicos de Londres el año pasado. Ahora detenta el mejor de los dos registros, que de haberle hecho en la cita olímpica le hubiese permitido superar los 8,31 que consiguió el ganador Greg Rutherford. La próxima tarea es una final que se puede catalogar de pronóstico reservado. El español Eusebio Cáceres lideró la ronda eliminatoria al lograr 8,25 metros en su primer y único salto. También asoma otra vez el avezado estadounidense Dwight Phillips, quien peleará por conquistar un quinto campeonato mundial. El británico Greg Rutherford, mermado esta temporada por una lesión muscular, quedó eliminado. "Van a estar los mejores del mundo, los finalistas han demostrado que han podido controlar las emociones", dijo el mexicano. "En la final, cualquier saltador puede salir inspirado y se la puede llevar, y sin duda alguna que Luis Rivera esté entre esos". Rivera coincide en Moscú junto a su hermano Edgar, quien el martes fue eliminado en el salto alto. Compartir con el hermano es algo que atesora. "Estoy muy a gusto, vivo el atletismo apasionadamente. Vivir la experiencia con tu hermano es mejor aún", señaló. "Así como jugábamos en el patio de la casa, ahora vamos a jugar en el estadio de Moscú. Era cuando como le decía: `tú brinca alto y yo brinco lejos". Estoy muy agradecido con la vida por estar aquí y con mi hermano".