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Clásico arranca con numerosas interrogantes

Ap
03 de marzo 2009 - 10:09

MEXICO (AP) — ¿Podrá Japón revalidar la corona? ¿Será que a Cuba se le terminó la magia de su béisbol "amateur"? ¿Prevalecerán las potencias como Estados Unidos, República Dominicana y Venezuela? Y, quizás la pregunta que prevalece sobre todas, ¿despegará el Clásico Mundial de Béisbol como un torneo de primer nivel? Estas y otras interrogantes tendrán su respuesta a partir del jueves cuando arranque en Tokio la segunda edición del Clásico, el torneo creado hace tres años por Grandes Ligas para que los mejores peloteros del orbe representen a sus respectivos países. Dieciseis naciones disputarán la primera ronda en cuatro sedes —Tokio, Toronto, Ciudad de México y San Juan. Los dos mejores equipos de cada grupo avanzarán a la segunda etapa en Miami y San Diego, mientras que las semifinales y la final se disputarán en Los Angeles. La final será el 23 de marzo en el Dodger Stadium. Japón y Cuba sorprendieron al mundo del béisbol al dejar en el camino a otros gigantes para llegar a la final de la edición inaugural del torneo. El equipo nipón, con un entonces desconocido Daisuke Matsuzaka en la lomita, derrotó a los "amateurs" cubanos en la final en San Diego. "Voy a tratar de volver a ganar el Clásico", proclamó hace poco el jardinero japonés Ichiro Suzuki, el máximo ídolo deportivo de su país. Japón pone en marcha la defensa de su título el jueves contra China en el Tokyo Dome, donde también jugarán el campeón olímpico Corea del Sur y Taiwán por el Grupo A. Cuba y México son los favoritos del Grupo B, que arranca el domingo en el Foro Sol de México, y que completan Sudáfrica y Australia. Estados Unidos y Venezuela encabezan el Grupo C que comienza el sábado en el Rogers Centre de Toronto, y donde también están Italia y Canadá. La llave D que comienza el sábado en el estadio Hiram Bithorn de San Juan cuenta con los grandes candidatos República Dominicana y Puerto Rico, además de Panamá y Holanda. Aunque ciertas selecciones lucen superiores a otras sobre el papel, nadie puede dar nada por sentado. Basta con recordar que Estados Unidos, Venezuela y Puerto Rico —tres de los favoritos a la corona en el 2006— fueron eliminados en la segunda ronda. Y que Cuba, una potencia del béisbol amateur pero con escasa experiencia contra profesionales de Grandes Ligas, eliminó en semifinales a la temible escuadra dominicana. "Todos con los que he hablado, especialmente algunos que compiten por primera vez, están muy emocionados porque vieron lo que pasó hace unos años y no quieren que vuelva a suceder", comentó el manager del equipo estadounidense, Davey Johnson. "Nadie quiere volver a casa temprano". Otro factor a tomar en cuenta, en el ámbito deportivo y de organización, es la ausiencia de figuras de peso de algunos equipos. La decisión de peloteros de no jugar, ya sea por decisión propia o por directrices de sus equipos, amaneza con restarle brillo a un campeonato que se supone que contaría con lo mejor de lo mejor del béisbol mundial. Estrellas como los venezolanos Johan Santana y Carlos Zambrano, los dominicanos Albert Pujols y Vladimir Guerrero, el puertorriqueño Jorge Posada, el panameño Mariano Rivera, los estadounidenses Ryan Howard y Derrek Lee, y el japonés Hideki Matsui se ausentaron del Clásico, una noticia que le cae como balde de agua fría al torneo. "En esta edición se han arreglado muchas cosas que no funcionaron en el anterior, pero hay demasiadas noticias negativas de peloteros que no van a jugar", comentó Roberto Mansur, directivo de la selección mexicana. Aún con estas bajas, las principales selecciones tienen suficientes municiones como para pelear por el título. Estados Unidos cuenta con Derek Jeter y un pitcheo de lujo; la artillería dominicana de Alex Rodríguez, José Reyes y Hanley Ramírez pone a temblar a cualquiera; Venezuela no se queda atrás con Miguel Cabrera, Magglio Ordóñez y Carlos Guillén; y Puerto Rico exhibe a toleteros como Carlos Delgado y Carlos Beltrán. Cómo olvidarse del campeón Japón, con su eterno Ichiro y el as Matsuzaka, hoy convertido en todo un ídolo con los Medias Rojas de Boston; y de la selección cubana con leyendas del béisbol aficionado como el pitcher Pedro Luis Lazo y los bateadores Youlieski Gourriel, Frederich Cepeda y Míchel Enriquez. Cuba tendrá la oportunidad de demostrar que su poderío no ha mermado tras perder la final olímpica el año pasado ante Corea del Sur, y la final del Clásico anterior contra Japón. "A los cubanos no nos gusta perder", comentó Cepeda. "Nosotros siempre vamos a salir pensando en la medalla de oro". Rodríguez jugará por Dominicana luego de vestir el uniforme de Estados Unidos en el 2006. El toletero de los Yanquis de Nueva York llega precedido por un escándalo de marca mayor tras confesar que utilizó esteroides de 2001 a 2003 mientras jugaba con los Rangers de Texas. Para Rodríguez, el Clásico presenta la oportunidad perfecta de dejar a un lado la controversia y consagrarse con los fanáticos latinoamericanos, muchos de los cuales lo criticaron por representar a Estados Unidos en el Clásico pasado. "Jugar en el Clásico es una oportunidad que se da pocas veces en la vida. Estoy emocionado por eso", expresó Rodríguez. Los organizadores cambiaron el formato de la competencia a uno de "doble eliminación", en el que el equipo que pierda sus dos primeros partidos se despide del torneo. Por lo tanto, cualquier traspié al comienzo del torneo puede resultar fatal.

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