Desconocido cruza la pista de Shanghai en busca de un Ferrari

"¡Quiero probar los coches, quiero ir a boxes y probar uno!" Este ha sido el escueto y disparatado mensaje que ha mandado el espontáneo que se ha jugado la vida y ha puesto en riesgo la de los pilotos durante los segundos entrenamientos libres del Gran Premio de China de F1.

El atolondrado ciudadano, de origen chino, ha saltado la valla principal de la grada, donde tenía entrada comprada, la siguiente que da acceso al circuito y cruzó la pista por donde pasan los coches a más de 300 km/h con evidente peligro para él mismo y los pilotos.

El hombre, no identificado, aprovechó un instante de relajación de los miembros de seguridad para cruzar la recta principal del trazado chino.

Aparentemente intentó llegar desde su tribuna al garaje de Ferrari, en medio de la segunda sesión de ensayos, y estuvo a punto de ser atropellado por el Force India del alemán Nico Hulkenberg, que pasaba por ese punto a toda velocidad.

Después de escalar el muro de boxes, pidió "probar un coche", según la prensa británica. Fue interceptado por los mecánicos de la Scuderia, y entregado a la policía que no ha hecho ningún comentario, ni sobre la identidad ni sobre las razones de su acto.

El incidente viajó a toda velocidad por las redes sociales, pero el vídeo del momento fue retirado, tras permanecer brevemente en YouTube, "a petición de Formula One Management (FOM)", la sociedad que lleva los derechos de la Fórmula 1, "por una cuestión de derechos de autor", según la plataforma web estadounidense.

Esta segunda sesión, al igual que la primera, confirmó el favoritismo del británico Lewis Hamilton: el vigente campeón del mundo marcó el mejor tiempo en ambas sesiones al volante de su Mercedes W06 Hybrid.

Después de este incidente, el director de carrera de todos los Grandes Premios de la F1, Charlie Whiting, pidió que la seguridad fuera reforzada para la carrera del domingo.

La última vez que un espectador saltó a la pista en la F1 fue hace doce años en el GP de Gran Bretaña en Silverstone: Neil Horan, un irlandés vestido con un kilt (especie de falda) escocés, saltó portando una pancarta con el mensaje "Leed la Biblia. La Biblia siempre tiene la razón". Fue condenado a dos meses de prisión.

Horan, también llamado Cornelius, interrumpió la maratón de los Juegos Olímpicos de Atenas-2004 para convencer a la gente que el fin del mundo estaba cerca, además hizo algunas apariciones en la televisión.