Djokovic vence a Nadal y se consagra en Australia

Djokovic vence a Nadal y se consagra en Australia
Djokovic vence a Nadal y se consagra en Australia
Ap
29 de enero 2012 - 19:52

En tal vez una de las mejores definiciones en la historia del tenis profesional, Novak Djokovic superó a Rafael Nadal para atrapar su tercer título en el Abierto de Australia, haciéndolo tras disputar la final más larga de la era abierta en los Grand Slams: 5 horas y 53 minutos de pura tensión. Los jugadores entraron a la cancha a las 7.30 de la noche del domingo y eran las 1.37 de la madrugada australiana cuando el serbio de 24 años acabó imponiéndose 5-7, 6-4, 6-2, 6-7 (5), 7-5, poniendo fin a un espectacular duelo. Minutos antes, igualados 4-4 en un electrizante quinto set, un exhausto Djokovic se acostó de espaldas en la cancha tras perder un peloteo de 31 golpes, el más largo del partido. Casi sin aliento, Djokovic levantó la raqueta y encontró la energía para seguir peleando y vencer al español Nadal por séptima vez en una final desde marzo. Djokovic se arrancó la camiseta para celebrar uno de las finales más dramáticas en la historia del tenis. Descargó toda su emoción golpeando con fuerza una de las barreras alrededor de la pista de la Arena Rod Laver. Se había convertido en el quinto hombre en ganar tres finales consecutivas en las grandes citas desde que la era abierta comenzó en 1968, un selecto quinteto en el que figuran Nadal, Roger Federer, Pete Sampras y Rod Laver. Nadal terminó inclinándose en la red, mientras que Djokovic se puso de cuclillas durante la ceremonia de premiación. Eventualmente, alguien se apiadó de ambos, al llevarles sillas y botellas de agua a cada uno. "Hemos hecho historia esta noche y lamentablemente no podían haber dos ganadores", dijo Djokovic tras el duelo de individuales de mayor duración en la historia del torneo australiano. La victoria de Djokovic extendió su embrujo sobre Nadal. En circunstancias fatídicas, quizás injustas por el nivel de juego, Nadal se convirtió en el primer hombre en la era abierta que pierde tres finales seguidas de un Slam. Todas han sido ante Djokovic, al incluirse Wimbledon y el Abierto de Estados Unidos. "Tuve mis ocasiones contra el mejor del mundo", señaló Nadal en una rueda de prensa. "Le jugué de tú a tú. Por primera vez en mucho tiempo no sentí que estuviese en desventaja y eso es muy positivo para mí. Estoy muy feliz por mi mentalidad, estuve como en mis mejores momentos". Luego de dejar llorando a Roger Federer cuando ganó el mismo torneo, imponiéndose en cinco sets hace tres años, Nadal se mantuvo tranquilo en los discursos durante la premiación e incluso hizo una broma. "Buenos días a todos", dijo Nadal, provocando risas y aplausos por parte de los espectadores. "Quiero felicitar a Novak y a su equipo. Se lo merecen. Están haciendo algo fantástico, así que felicidades". Después de estar abajo 5-3 para ganar el desempate del cuarto set, Nadal se adelantó 4-2 en el quinto parcial y parecía tener a Djokovic contra las cuerdas y con visibles muestras de fatiga. Pero el número uno del mundo, que venía de jugar casi cinco horas para vencer en su semifinal a Andy Murray, logró encontrar fuerzas y supo reaccionar. Le rompió el servicio de Nadal para irse al frente 6-5, levantó una bola de quiebre y finalmente consiguió el triunfo. Previamente, el partido más largo de una final en un Slam fue el duelo de 1988 por el cetro del Abierto de Estados Unidos, en el que Mats Wilander e Ivan Lendl batallaron durante 4 horas y 54 minutos. La final más larga en Australia también involucró a Wilander al vencer a Pat Cash en 4:27 en 1988. El primer set, caracterizado por muchos errores y un palpable nerviosismismo de ambos jugadores, no ofreció una indicación del drama que estaba a punto de darse. Ese parcial duró 80 minutos, dos menos que la final femenina del día anterior. En una noche de calor y mucha humedad, Nadal trató de tomar la iniciativa adelantándose unos pasos en la línea de fondo. Nadal sólo había perdido una vez en sus 134 partidos anteriores de Grand Slam en los que ganó el primer set, pero Djokovic fue minando la efectividad del saque del español a medida que el partido transcurría. Como muestra de la tensión del momento, Djokovic hizo doble falta en una bola de quiebre cuando sacó con ventaja 5-3 en el segundo set. Pero Nadal devolvió gentilezas con una doble falta en el siguiente game y darle la manga a su rival. Cuando Djokovic se puso arriba 3-1 en el tercer set, Nadal dio muestras que se rendía ante la potencia del serbio. Al verlo abajo 5-2, su tío y entrenador Toni Nadal se movió un poco más al frente para tratar de alentar al sobrino. No surtió efecto, ya que Nadal cedió otra vez su saque y sin conseguir puntos en el game. Pero Nadal encontró un segundo aire en el cuarto set, apelando a su reconocida garra al recuperarse de un 0-40 en el octavo game con dos enormes winners, dos saques bien ejecutados y un ace. Los "Rafa, Rafa, Rafa, Rafa" se multiplicaron en ese momento, pero empezó a llover y el partido debió ser interrumpido durante unos 10 minutos para permitir el cierre del techo. Nadal logró llevarse el set, con cuatro puntos seguidos tras estar 5-3 abajo y a dos de la derrota. "Fue un partido que cualquiera de los dos pudo haber ganado", dijo Djokovic. "Lo tuve para cerrar en el cuarto, pero Nadal logró unos puntos increíbles y empezó a sacar mejor". Aunque parezca imposible de creer, el nivel de tenis fue mucho mejor en el quinto set. Nadal se puso arriba 4-2 con un quiebre y Djokovic parecía que ya no tenía piernas. Pero la respuesta del serbio no tardó en llegar, con una brutal devolución de saque, forzó errores de su rival y logró quebrarle el servicio. Pasada la medianoche, con un día de trabajo a la mañana siguiente, nadie en el estadio se movió de sus asientos, todos pendientes de una final con ribetes históricos. Nadal logró levantar una bola de quiebre con un 4-4 y luego otra en un 5-5. Djokovic siguió martillando y logró el quiebre al forzar que Nadal dejara en la red un revés, con lo que dispuso de la oportunidad para cerrar el duelo. Pero Nadal peleó hasta lo último. Djokovic debió levantar una pelota de quiebre con un revés cruzado. La victoria finalmente llegó con su winner número 57 del partido.

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