Con un imposible golpe en medio de los pinos, Bubba Watson consiguió el par para llevarse el domingo el título del Masters de golf tras superar en el segundo hoyo de un desempate a Louis Oosthuizen. Metido entre los árboles, lejos del hoyo y sin poder ver el green, el zurdo estadounidense le pegó de manera impresionante y depositó la pelota en el green del décimo. Watson logró el par con dos putts y por primera vez se coronó campeón de una de las cuatro grandes citas del golf. Su victoria se produjo tras una notable reacción. Una seguidilla de birdies entre los hoyos 13 y 16 le permitió remontar una desventaja de cuatro golpes. Oosthuizen se apoderó de la punta en el tablero en el segundo hoyo cuando embocó el agujero desde el fairway para un poco frecuente doble eagle. Pero el golpe del domingo correspondió a Watson, con su acercamiento en el décimo hoyo 10 para salir airoso del primer desempate de un Masters de 2009. Ambos completaron el recorrido empatados con tarjetas de 278, diez bajo par. Watson lloró en el hombro de su madre cuando se abrazaron en el green del décimo hoyo. Con su vestimenta toda de blanco, Watson es uno de esos jugadores que perseveran y fue justo lo que hizo en el campo de Augusta National. Luego de fallar un putt de tres metros (10 pies) que le habría dado el triunfo en el hoyo 18vo, el primero del desempate, envió uno demasiado a la derecha, tanto que prácticamente quedó detrás de los espectadores. Pero este día no se dejaría perder por la frustración. Por el contrario, enfiló el tiro, lo cambió de dirección y cuando Oosthuizen no pudo concretar frente al green, Watson sólo necesitó embocar dos putts para enfundarse la chaqueta verde. Casi consiguió el primero, que se pasó unos centímetros (pulgadas) del hoyo. Mientras los aficionados esperaban a vitorearlo, levantó una mano para calmarlos y entonces puso la bola en el hoyo. Las lágrimas lo embargaron en seguida. "Fue un tiro increíble", reconoció Oosthuizen. "Jugué bien. No creo que haya jugado mal. Gran actuación de él. Se lo merece".

El español Sergio García ya no se cree capaz de ganar uno de los grandes torneos. El tenista llegó el domingo a la tercera ronda del Masters y se quedó rezagado de los líderes. Se retiró de la contienda firmando una tarjeta de 75, tres sobre par, que lo dejó con ocho golpes de desventaja. Después, García dijo a la prensa española: "No soy lo suficientemente bueno y ahora lo sé. Lo he intentado durante 13 años y no me siento capaz de ganar, no sé qué me sucedió. Tal vez sea algo psicológico". Tenía apenas 19 años cuando terminó en segundo lugar en el Campeonato de la PGA en 1999, después de un cierre espectacular con Tiger Woods, y se esperaba que García peleara por el título estadounidense de mejor jugador de su generación. Sin embargo, no ha ganado ninguno de los 54 Grand Slams en los que ha participado.

Mientras caminaba por el fairway del primer hoyo, y con la delantera del Masters a sus 52 años, Fred Couples escuchó los vítores y se dirigió a los fanáticos. "Mientras dure", comentó. Casi al mismo tiempo, Tiger Woods terminaba una jornada que parecía eterna. Couples comenzó su día con un par de bogeys para caer a tres golpes del liderato el sábado en la tercera ronda del Masters, mientras que Jason Dufner hizo birdie en el segundo para quedarse con la cima en solitario con un total de seis bajo par. Dufner tenía un disparo de ventaja sobre Lee Westwood y dos sobre Louis Oosthuizen y Matt Kuchar, todos apenas en las primeras etapas de sus respectivas rondas. Rory McIlroy comenzó el día a un golpe del liderato, pero arrancó con un bogey doble. Estaba en dos bajo par después de cuatro hoyos, empatado con Phil Mickelson, quien hizo par en sus siete primeros hoyos. Sergio García incurrió en tres bogeys en sus cuatro primeros hoyos y quedó en uno bajo par. Couples, quien hace 20 años ganó el título del Masters, hizo bogeys consecutivos y estaba empatado en séptimo puesto, unos pocos minutos después de comenzar la ronda con la delantera. Horas antes, Woods arrancó con la esperanza de al menos remontar algo de la desventaja de ocho disparos. Tras de una ronda en par de campo en la que no pudo controlar su tiro, terminó en el mismo lugar en el que comenzó — tres sobre par, y cruzando los dedos para que los líderes tropiecen. "Estuve tan cerca de terminar una buena ronda hoy", comentó Woods.

Antes que Tiger Woods piense en escalar posiciones en el Masters, tendrá que revisar su juego largo, su putter y, por supuesto, su carácter. Woods tuvo el sábado uno de los primeros tiempos de largada en la tercera ronda en Augusta para tratar de compensar el déficit de ocho golpes que arrastraba ante los líderes Fred Couples y Jason Dufner después de una segunda ronda repleta de errores y putts fallados. Woods llegó al fin de semana con una tarjeta de 174, tres sobre par, con la esperanza de tener una remontada similar a la que tuvo el año pasado, cuando iba perdiendo hasta por siete pero rápidamente se colocó en la delantera el domingo antes de que concluyera la cuarta ronda. Couples y Dufner tuvieron los últimos tiempos de salida, en un día calmado y soleado en Augusta.

Antes de que sonaran los nombres de Tiger, Rory, Sergio o Phil, un señor de swing suave llamado Freddie solía hacer que la gente vibrara de emoción en el Masters. Y aún puede lograr que las cosas se pongan interesantes. Freddie Couples hizo el viernes que el reloj se remontara al pasado —tal vez a 1992— durante una segunda ronda con siete birdies en la que incluso el jugador de 52 años cerró el puño en señal de triunfo y quedó empatado en el liderato con Jason Dufner en el Augusta National. "¿Puedo ganar?", se preguntó Couples, al repetir la pregunta que muchos se hacen ahora. "Sí, creo que puedo, sí". Firmó una tarjeta de 67, cinco debajo del par, el mismo marcador que registró hace 20 años durante la segunda ronda de lo que resultó ser uno de los triunfos que más le han agradado al público en la historia del torneo. Si no fuera por el cabello grisáceo detrás de su gorra, esto podría haberse confundido con una repetición de ese triunfo de 1992 en lugar de la segunda ronda en 2012. Mientras tanto, Phil Mickelson hizo seis birdies durante una ronda de 68 golpes, cuatro bajo par, para colocarse en dos debajo del par en el torneo. Tiger Woods se apuntó dos birdies en tres hoyos al comenzar a jugar, pero luego cometió dos bogeys en los siguientes tres hoyos. Cuando se dirigía a dar el golpe de salida del 13 estaba dos encima de par, más cerca de la línea del corte que del liderato, y aún pasa apuros con un swing que lo ha estado traicionando esta semana. Couples ha tenido más problemas con su espalda que con su swing a través de los años. Así, no sorprende que esta no sea la primera vez que se ubica entre los líderes después de que cumplió 50 años. Hace dos años abrió con 66 impactos y se convirtió en el jugador de mayor edad en estar de líder después de la primera ronda en Augusta, y el año pasado firmó 68 el viernes, colocándose entre los primeros 10. El español Sergio García tuvo una ronda de 68 impactos, cuatro bajo par, para ubicarse a un golpe del líder, empatado con el norirlandés Rory McIlroy, que terminó con 69 y también está en cuatro debajo del par. "Sé que estoy jugando bien", dijo McIlroy, que superó su derrumbe del año pasado en la última ronda del Masters y ganó el U.S. Open. "Los últimos resultados muestran eso. Sólo quería venir aquí y jugar, ponerme en posición de ganar otro torneo, otro major". Ambos estaban empatados con el sudafricano Louis Oosthuizen, ganador del Abierto Británico de 2010, y con el inglés Lee Westwood. Este último pasó la mayor parte del día en el liderato, pero en el green del hoyo 18 tuvo que usar el putt tres veces para un doble bogey que lo hizo finalizar su día con 73, uno sobre par y en cuatro bajo par en el torneo. El argentino Angel Cabrera se encuentra empatado con otros golfistas en el lugar 57, al terminar su ronda con 78 golpes, seis sobre par, y sumar 149.

Antes que Tiger Woods se enfade demasiado por errar un golpe desde el tee y terminar la primera ronda del Masters de mala manera, debería hablar con Henrik Stenson. Woods sacó lo mejor posible de una situación imposible al conseguir un bogey en el último hoyo el jueves, para firmar una tarjeta de 72, par de campo. Stenson, en cambio, mandó su pelota a los árboles y cerró con un cuádruple bogey de ocho, para hundirlo desde la cima de la tabla de posiciones hasta un empate por el décimo primer lugar, en uno bajo par. Ambos estaban detrás de los tres líderes a mediados de la jornada, todos con 69 (tres bajo par) —Miguel Angel Jiménez, Francesco Molinari y Paul Lawrie— en un día calmado pero húmedo en Augusta National. Lee Westwood y Bubba Watson también tenían puntuación de tres bajo par, antes de terminar sus respectivas rondas. Stenson hizo dos eagles en los nueve primeros hoyos y se pasó la mayor parte del día en la delantera, por momentos con una ventaja de tres disparos. Pero todo se estropeó en el décimo octavo, cuando mandó su primer tiro a los árboles y tuvo problemas para sacar la pelota. Woods necesitó cinco disparos en el hoyo final, y fue afortunado. "Hoy tuve algunos de los peores tiros de mi vida", expresó Woods. "Está bien. Me mantuve en pelea, hice lo mejor posible en el campo, fui paciente... quizás pude haber tenido uno o dos tiros mejores, pero le saqué mucho provecho a la ronda".

Henrik Stenson embocó un par de eagles en la primera parte del recorrido durante la ronda inicial del Masters de golf y se apoderó de la punta del torneo al situarse cinco golpes bajo par. Hasta ahora, la mejor actuación del sueco en el campo del Augusta Nacional fue un 17mo puesto, pero arrancó pisando fuerte con sus eagles en el quinto (de par 5) y octavo hoyos. Completó los primeros nueve hoyos con 31 golpes, a uno del récord del torneo para ese tramo. Stenson superaba por un golpe a Paul Lawrie, quien consiguió eagle en el 15to hoyo (de par 5). Ross Fisher figuraba tercero, dos bajo par. En procura de su primer título en una gran cita desde el Abierto de Estados Unidos 2008, Tiger Woods se encontraba justo en el par tras siete hoyos. Woods estrelló contra un árbol su golpe de salida y envió el siguiente a un riachelo, pero logró conseguir el par en ambos hoyos. También tuvo un birdie en el tercero y bogey en el séptimo. El ex número uno del mundo disparó las expectativas de que puede conseguir una quinta chaqueta verde tras salir triunfante hace dos semanas en Bay Hill, su primer título en un torneo del tour de la PGA en 30 meses.

El sueño de Russ Berkman se hizo realidad cuando ganó un sorteo para cuatro entradas para la ronda de práctica del Masters el miércoles en Augusta, pero el residente de Seattle cayó de la nube cuando se enteró que su perro, Sierra, se las había comido. Berkman le dijo el martes a la emisora radial KJR que estaba empeñado en acudir, y que su novia le recomendió que provocara el vómito de Sierra. El perro finalmente vomitó y Berkman recuperó unos 20 pedazos de las entradas. Berkman juntó los pedazos, les tomó fotos y se las envió al Club de Golf Augusta National con la explicación "¡mi perro se comió mis entradas al Masters!". Los organizadores del torneo le imprimieron nuevas entradas.

Los siete golpes que Rory McIlroy necesitó el año pasado en el 10mo hoyo del Masters parecen una película de terror. Lo mismo se puede decir de su última ronda en Augusta National, donde el golfista de 22 años hizo historia de la mala. McIlroy comenzó el día con ventaja de cuatro golpes, y terminó a 10 disparos del ganador tras firmar una tarjeta de 80, la peor última ronda en 56 años para el líder después de 54 hoyos. Más que nada, se trata de un recordatorio de lo efímera que puede ser una ventaja en una última ronda. Especialmente en el Masters. "Es un campo que te pone nervioso", comentó Geoff Ogilvy. Jugar en Augusta es todo un arte, lo que explica porqué casi el 40% de los Masters han sido ganado ganados por apenas ocho golfistas. Para los que buscan su primera chaqueta verde, o incluso su primer major, la recta final puede ser todo un reto. Greg Norman perdió una ventaja de seis golpes en 1996. Ed Sneed desperdició una de cinco golpes en 1979, y tenía ventaja de tres disparos con tres hoyos por jugar cuando hizo tres bogeys consecutivos y luego sucumbió en un playoff. Ken Venturi estuvo a punto de ser el único amateur que gana el Masters en 1956, cuando se le escapó una ventaja de cuatro golpes. Al igual que McIlroy, firmó un 80. La ventaja que McIlroy tiró a la basura está fresca en la memoria rumbo a este Masters, y hay otro dato a tomar en cuenta: muchos jugadores que tenían la ventaja después de 54 hoyos han terminado perdiendo esta temporada en el circuito de la PGA. En 14 torneos de la PGA esta temporada, apenas cinco jugadores han ganado después de estar al menos empatados en el liderato después de la tercera ronda. Está claro que no es fácil cerrar un campeonato. "No es nada de fácil, como hemos visto", señaló Nick Faldo. Faldo es el único golfista que ha ganado varios Masters que nunca ha estado en la cima de la tabla de posiciones al comenzar el último día. Además de su triunfo sobre Norman en 1996, remontó una desventaja de cinco golpes en 1989 y otra de tres en 1990, para coronarse en ambos casos en playoffs. "Esa es la belleza del Masters", apuntó. "Volvemos todos los años, esas historias se siguen juntando, los triunfos y los fracasos. Eso es lo que hace que sea tan especial". Ese no solía ser un problema para Tiger Woods. El estadounidense era líder o estaba empatado en el liderato al comenzar la última ronda en sus cuatro victorias en el Masters, al igual que sus otros 10 trofeos de majors. Pero Woods nunca lo consideró como una carga. "Lo lindo de tener el liderato es que puedes cometer esos errores y aún así ganar", dijo. "El único problema es que si alguien tiene una buena racha, y tú vas en sentido contrario, entonces le das un envión anímico". "Si tienes un mal comienzo y el otro arranca bien, puede remontar cuatro o cinco hoyos golpes en unos cuantos hoyos".

Rory McIlroy está listo para pasar la página del colapso que sufrió en el Masters del año pasado. El golfista norirlandés ahora puede bromear sobre el desastroso domingo que tuvo hace un año en Augusta National, donde perdió una ventaja de cuatro golpes y firmó una tarjeta de 80 en la última jornada del Masters. McIlroy ganó el Abierto de Estados Unidos dos meses después, y ahora es uno de los favoritos. Indicó que el año pasado llegó al Masters con la esperanza de ganar, mientras que ahora quiere ganar.

Hunter Mahan logró el domingo una ronda de 71 impactos, uno bajo par, para ganar el Abierto de Houston al superando a Carl Pettersson por un golpe de diferencia. Mahan, quien ganó en febrero el Campeonato Match Play, es el primer jugador que gana dos torneos del tour de la PGA este año. Finalizó con un acumulado de 272 golpes, 16 debajo del par de campo Con triunfo, Mahan se colocó en la cuarta posición del escalafón mundial, la primera ocasión en la que se instala como el estadounidense mejor colocado en la clasificación. Pettersson (71) acabó como escolta por segunda vez en el año. Louis Oosthuizen (75), líder tras la tercera ronda, terminó con 14 bajo par. Mahan inició el día dos golpes atrás de Oosthuizen, quien perdió el liderato con dos bogeys en sus primeros nueve hoyos. Mahan, de 29 años, obtuvo el quinto triunfo en su carrera. Ha terminado seis veces entre los 25 primeros en siete torneos en que ha participado este año. Entre los latinoamericanos, el argentino Angel Cabrera cerró con un 70 y a nueve golpes de Mahan. El venezolano Jhonattan Vegas terminó con 285, tres bajo par. El argentino Miguel Angel Carballo firmó 291, tres sobre par.

Louis Oosthuizen firmó el sábado su segunda tarjeta consecutiva de 66 golpes, seis bajo par, para acumular 17 bajo par y superar por dos a Hunter Mahan, en la tercera ronda del Abierto de Houston. El sudafricano de 29 años se sacudió de dos bogeys al inicio con cuatro birdies consecutivos en una tarde soleada y ventosa en Redstone. Mahan presentó una tarjeta de 65, recuperándose de un bogey en el noveno con cuatro birdies en los nueve hoyos finales. Carl Pettersson (67) y Brian Davis (69) se quedaron tres golpes detrás con 14 bajo par. James Driscoll (71) era el único con 12 bajo par. En tanto, el argentino Angel Cabrera firmó el sábado una tarjeta de 76 golpes, para sumar cinco bajo par, y su paisano Miguel Angel Carballo una de 73, para acumular uno bajo par. El venezolano Jhonattan Vegas presentó 72, para dos bajo par en las tres rondas. El tres veces campeón de majors Ernie Els, quien debe ganar para calificar para el Masters de la siguiente semana, se mantuvo en el grupo con ocho bajo par. Els no ha faltado a un Masters desde 1993 y sabía que sus posibilidades de ganar el domingo son remotas.

Como club que se enorgullece de su tradición, Augusta National está de nuevo en medio de un debate sobre sus reglas de membresía que pensó que se había acabado hace casi una década. Y este vez sucede a menos de una semana del inicio del Masters. Los últimos cuatro directores ejecutivos de IBM — un veterano patrocinador del Masters — han sido miembros del exclusivo club de golf de Augusta, Georgia. El actual director ejecutivo de IBM es una mujer, Virginia Rometty. El problema es que ninguna mujer ha sido miembro del Augusta National desde que fue abierto en 1933. "Pienso que los dos están en una encrucijada", dijo el jueves Martha Burk. Burk, que lanzó hace 10 años una infructuosa campaña para que el club admitiese a mujeres como socias, dijo el viernes por la mañana en la CNN que teme que el club e IBM van a elaborar una solución falsa para lidiar con el asunto. "La compañía tiene una enorme responsabilidad en este caso de no minar (la autoridad) de su primera mujer directora ejecutiva", dijo Burk. "Si acepta menos que membresía plena para ella — o renuncia a su patrocinio, que es otra opción —va a minar a su nueva directora ejecutiva. Y va a estar diciendo que no la considera igual a sus predecesores". Pero aún no se sabe cuánta fuerza va a tener el tema cuando se acerca el Masters. Augusta National, por medio de un portavoz, declinó comentar, de acuerdo con su política que los asuntos de membresía son privados. IMB no respondió de inmediato a una llamada telefónica en busca de comentario. Hootie Johnson, presidente del club hace una década, desató la controversia entonces cuando dijo que aunque Augusta pudiera un día tener una mujer miembro, ello sucedería de acuerdo con el calendario del club, "no a punta de bayoneta". Burk presionó a prácticamente toda persona e institución conectada con el club y con el Masters, el torneo de golf con la mayor audiencia televisiva. Demandó que cuatro compañías suspendiesen su patrocinio televisivo a causa de discriminación. Cabildeó ante el comisionado de la PGA Tim Finchem para que no reconociese el Masters como parte del tour. Pero no resultó. "Llamamos la atención sobre el asunto", dijo Burk a la CNN. "Si no lo hubiésemos hecho, no se mencionaría ahora". Esta vez, por supuesto, el debate tiene el añadido de Rometty, una veterana de 31 años en IBM a la que la revista Fortune enumeró entre las "50 Mujeres más Poderosas del Mundo Empresarial". Rometty sucede en IBM a Sam Palmissano, que administra el portal del Masters desde el primer piso del centro de prensa. De acuerdo con una lista publicada por USA Today en el 2002, los tres directores ejecutivos previos a Palmissano también fueron miembros — Louis Gertsner, John Akers y John Opel. Burk dice que no deberá ser tan fácil para IBM ocultarse si el debate gana prominencia. "Lo que tiene que hacer IBM es decir claramente: "retiramos nuestro patrocinio y membresía si el club no da a nuestro director ejecutivo los honores de siempre".

El argentino Angel Cabrera y Carl Pettersson firmaron tarjetas de 65 golpes, siete bajo par, el jueves por la mañana en el Abierto de Houston antes de que se suspendiera la primera ronda por mal clima. Sólo 51 jugadores lograron completar su ronda, ya que por la tarde el campo de Redstone se vio cubierto por tormentas eléctricas. El torneo no sufría demoras por mal tiempo desde 2009. El campeón defensor Phil Mickelson, Fred Couples y Ernie Els, que necesita ganar para poder clasificar al Masters de Augusta de la semana próxima, aún iban en sus primeros nueve hoyos cuando se suspendieron las acciones. La primera ronda será reanudada a las 8:30 de la mañana del viernes, tiempo del Este de Estados Unidos. Ricky Barnes y Jeff Maggert completaron sus 18 hoyos y se ubicaron a un golpe de los líderes. Brian Harman también estaba en seis bajo par, pero le faltaron tres hoyos para terminar su ronda. El venezolano Jhonattan Vegas y el colombiano Camilo Villegas registraron 72 golpes, mientras que el argentino Andrés Romero tuvo 73. Su compatriota Miguel Angel Carballo no pudo concluir su ronda.

Tiger Woods por fin le devolvió al golf la emoción de lo que lo hizo tan famoso: ganar. Dos semanas después de otra aparente lesión, y dos días antes de que salga a la venta el libro de su ex entrenador, Woods se vio el domingo tan dominante como siempre en el torneo por invitación Arnold Palmer. Fue su primera victoria en el tour de la PGA desde un escándalo sexual a fines de 2009 que derivó en una de las mayores caídas de un atleta en la historia de los deportes. Y con el Masters de Augusta a sólo dos semanas de distancia, Woods se vio el domingo más capaz de nunca de buscar romper el récord de más majors que posee Jack Nicklaus. Woods finalizó con 70 golpes, dos debajo del par, una ventaja de cinco sobre Graeme McDowell. Hace dos semanas la interrogante era si podría volver a jugar. Ahora es si puede dominar este deporte como solía hacerlo.

Charlie Wi se sintió mucho mejor al salir del campo de golf en comparación con la última ronda que jugó. Y Tiger Woods también. Después de una ronda final en Innisbrook en la que pegó 13 golpes en un solo hoyo, Wi usó un fierro 8 el jueves para enviar la pelota sobre el agua y dejarla a 1,8 metros (seis pies) del hoyo 18, apuntándose un birdie. Ello le permitió terminar con 66 impactos, seis debajo del par, y compartir el liderato con Jason Dufner en el torneo de Bay Hill. En el último torneo de la PGA en que participó, el de Doral, Woods se retiró a la mitad de la última ronda debido a una molestia e hinchazón en el tendón de Aquiles izquierdo. Woods, seis veces campeón en Bay Hill, firmó una tarjeta de 69 golpes sin sudar mucho ni lastimarse nada. Su ronda no tuvo nada en especial, excepto un putt de 9,14 metros (30 pies) para birdie que giró alrededor del hoyo 15, así como un par de bogeys en los que tuvo que utilizar su putt en tres ocasiones y que le impidieron mejorar su resultado. El colombiano Camilo Villegas y el argentino Andrés Romero quedaron bastante más atrás con 73 golpes, mientras que el venezolano Jhonattan Vegas arrancó con 76.

Luke Donald regresó al primer sitio del ránking mundial del golf de la misma forma que llegó allí por primera vez. El inglés se recuperó el domingo de un déficit de tres golpes para terminar con 66, cinco bajo par, y colarse a un desempate entre cuatro jugadores en el torneo de Palm Harbor. Ganó en el primer hoyo adicional con un putt de 1,8 metros (seis pies) para birdie que entró por el lado izquierdo. Con su triunfo, Donald puso fin a un reinado de dos semanas del norirlandés Rory McIlroy al frente del ránking. El inglés llegó por primera vez a la cima del escalafón en mayo pasado al ganar un desempate sobre Lee Westwood en Wentworth. El domingo tuvo que superar a Jim Furyk, Robert Garrigus y a Bae Sang-Moon. Ernie Els, que requería de un triunfo para poder acudir al Masters de Augusta, falló un putt de 1,2 metros (cuatro pies) para par en el hoyo 18 de los reglamentarios, ubicándose a un impacto del desempate. El argentino Andrés Romero firmó una tarjeta de 70 golpes para un total de 283, empatado con otros golfistas en el 55to sitio.

A Retief Goosen le dolía tanto la región lumbar que decidió retirarse del torneo de la semana próxima y recibir tratamiento. Al día siguiente se halló al frente del torneo de Palm Harbor. El sudafricano se apuntó tres birdies consecutivos en la parte final de su ronda el sábado para firmar una tarjeta de 65 golpes, seis bajo par, y compartir el liderato con Jim Furyk cuando está en juego más que otra victoria en la Gira de la PGA. El domingo es la última oportunidad de Goosen de clasificar al Masters de Augusta. Furyk, quien viene de su peor temporada desde que era novato, usó un fierro 6 para empujar la pelota 90 centímetros (tres pies) y anotarse un birdie en el hoyo 15 de par 3, e iba al frente hasta que cometió un bogey después que tuvo que utilizar el putt tres veces en el hoyo 18. Finalizó con 66. Los dos ex campeones en Innisbrook suman 202, once debajo del par, con muchos jugadores detrás de ellos. El argentino Andrés Romero quedó muy retrasado después de una ronda de 75 golpes y 213 totales.

Jason Dufner y Padraig Harrington se sintieron cautelosos el viernes por distintas razones en el torneo de Palm Harbor. También registraron un desenlace muy diferente. Harrington quedó 12 golpes más atrás del nuevo récord de campo de 61 que pegó en la primera ronda. Dufner, en un intento por jugar en forma más conservadora cuando no se siente confiado para atacar, tuvo una segunda ronda seguida en Innisbrook sin bogeys y registró 66 golpes, cinco bajo par, por segunda ocasión consecutiva para adquirir una ventaja de dos impactos antes del fin de semana. "Una ronda bastante libre de estrés", afirmó. Harrington finalizó con 73. Se percató que sería difícil refrendar su tarjeta récord en el campo Copperhead con otro marcador bajo y esa idea influyó poco a poco en sus putts, en especial en los últimos nueve hoyos. William McGirt registró 68 y se unió a Harrington con un total de 134, ocho debajo del par. Luke Donald, que si gana puede regresar al primer sitio del ránking mundial, firmó una tarjeta de 68 y se ubicó en un grupo grande de golfistas que suman 135, siete bajo par, en el que está George McNeill, ganador del torneo de Puerto Rico. El argentino Andrés Romero está un poco más atrás con 138 después de una ronda de 68 impactos. El venezolano Jhonattan Vegas tuvo 73 y no pasó el corte.

Padraig Harrington sabía que estaba jugando un mejor golf del que indicaban sus tarjetas de anotación, pero no esperaba conseguir el marcador oficial más bajo de su carrera. El irlandés registró el jueves 61 golpes, 10 bajo par, para además establecer un nuevo récord de campo en el torneo de Palm Harbor. Harrington dio un paso para poner fin a una sequía de 17 meses y 37 torneos sin una victoria cuando realizó 10 birdies, incluido uno de casi 23 metros (75 pies) hacia el final de su ronda, para construir una ventaja de tres golpes sobre Will Claxton (64) y de cinco sobre siete jugadores, incluido Jim Furyk. "Juego mejor en lunes, martes, miércoles de lo que lo hago en jueves, viernes, sábado y domingo", dijo Harrington. "Estoy tratando de ser paciente. Sé que mi juego es bueno. Una de las cosas más difíciles es esperar con confianza. Estoy sintiendo como que las cosas están listas para suceder. Obviamente, hoy se mostró el potencial. Hoy es una cima. Pero esperaremos y veremos que sucede en las siguientes semanas", agregó. El argentino Andrés Romero y el venezolano Jhonattan Vegas terminaron la ronda con 70 golpes, uno bajo par.