¡Sele... aquí 'ta tu barra!, sin explicaciones

Si alguien puede explicar lo se significa una emoción que me lo diga. Muchos dicen que eso es algo que se siente; otros que es algo que se vive. Pero en mi opinión muy personal, es lo que reflejamos los seres humanos cuando estamos frente a un hecho de suma importancia para nuestras vidas.

Pueden ser varias las razones para expresar una emoción: sentimentales, éxito, fracaso, etc… Pero hay una que es espontánea y solo se ve, se vive y se aprecia cuando vas a un juego de fútbol de la selección de Panamá. Llámese selección mayor, Sub-17, Sub-20, fútsal o femenina; es algo que solo se deja que fluya, sin ponerle pausas.

Pues eso fue lo que se pudo apreciar este sábado en el “Muquita” Sánchez de La Chorrera; lo resumo de esta manera:

¡Sele… Aquí ‘ta tu barra! ¡Sele… aquí ‘ta tu barra!, ese era el sonido que inundaba el estadio a solo minutos del arranque del partido entre Panamá vs. Trinidad y Tobago. Por otro lado, algo un poco más moderado, se escuchaba a una de las mejores bandas de música del país: la del Colegio Moisés Castillo Ocaña entonando varias melodías que rebuscaban en el corazón del panameño que estuviera en ese estadio. El que no la vivió no era panameño, de eso estoy seguro.

Cuando se escuchó el pitazo que nos avisaba que por delante quedaban 90 minutos de ansiedad, tristeza, alegría, frustración y felicidad, comenzó lo que todos esperaban. Panamá salía a la cancha para buscar su pase al mundial Sub-17 de Emiratos Árabes Unidos.

A pocos minutos de iniciado el encuentro, sería la T&T quienes tomaran el control del partido, pero luego Panamá empataría las acciones para irse a los camerinos con un 1-1.

En ese momento muchos colegas periodistas ya veían acabadas las ilusiones de Panamá por repetir en un Mundial, pero unos que no se cansaron nunca fueron los chicos de la Extrema Roja.

En el segundo tiempo las cosas salieron mejor para Panamá y al final ganó el encuentro por marcador de 4-2. En verdad, eso lo sabe todo el que vio el partido y los siguió a través de somoslasele.com, pero, qué pasó con la definición; el tema álgido que tanto ha perturbado a esta selección que viene subiendo en el área.

Haciendo un balance de lo que se vio en este partido, creo que podemos hacer un estudio al mejor estilo de un “western” clásico que produjo Sergio Leone en sus años mozos, que llevaba por título:

LO BUENO: Panamá supo manejar esa ansiedad que se lo comió en los primeros partidos y se dio cuenta que tenía que manejar el balón en la cancha para así evitar que el contrario tomara la iniciativa en el terreno. Claro, todo esto sin tratar de hacer una de más y creer que estamos a un nivel de Messi o Cristiano; la humildad ante todo…

LO MALO: El mismo tema de siempre y que tendrá que mejorar Jorge con el pasar del tiempo, o mejor dicho, antes de Emiratos Árabes Unidos: la definición. De nada vale que controlemos el balón a nuestro antojo; hagamos las mejores jugadas en el cuadro; nos barremos a reimundo y todo el mundo y a la hora de definir nos volvamos un ocho.

LO FEO: Es cierto, en el fútbol se juega con picardía y todo este tipo de cosas que ayudan en un momento determinado a un equipo que lleva la delantera en el marcador, pero creo que cuando les enseñamos a usar la picardía en el campo a estos chicos, debemos hacerlo bien y no que parezcan clavadistas tirándose en una piscina, cuando ni siquiera el rival los ha tocado. O una peor, sabes que vas para fuera y de la nada te desmoronas y tienen que atenderte porque te dio un calambre. Son necesarias estas artimañas, pero no vitales…