Una tarde en la que creí una vez más, pero...

Los panameños comenzamos una vez más la era del sufrimiento; esta vez con Bolillo Gómez como capitán de la nave

Una tarde en la que creí una vez más, pero...
Una tarde en la que creí una vez más, pero...
somoslaselestaff
08 de septiembre 2014 - 18:59

Mientras veíamos el Costa Rica vs. Panamá, un compañero de la redacción me dice de manera jocosa, pero también con cierta resignación: “Laureano, confiar en la selección de Panamá de nuevo, sería como volver a confiar en una exnovia que te quemó”. En ese momento lo único que hice fue reírme, pero cuando pasaron los 90 minutos de partido fueron esas mismas palabras las que resonaron en mi cabeza por un par de horas más.

Tomé el carro y cuando paso por una cancha de fútbol donde unos niños jugaban, solo me decía yo: “chuzo, ¿será verdad que nunca despegaremos, será una pérdida de dinero esas canchas donde en estos momentos juegan esos chicos?”. En verdad no sé si mis pensamientos me vacilaron en un momento de resignación, tristeza e incluso impotencia.

Camino a la casa de mi novia – en busca de algo feliz que iluminara una tarde gris - , llegaron a mi mente las palabras de jugadores y el técnico de la selección. Dice Blas Pérez: “le debemos una disculpa al pueblo panameño”, en verdad no te puedes disculpar si las expectativas de un equipo que nunca despegado son totalmente nulas. Es como esperar que el famoso árbol de olmos diera peras. No pidas disculpas si no eres capaz de ganarte los elogios.

Mientras tanto, una figura que respeto mucho por su humildad y su integridad como jugador y persona, el arquero Jaime Penedo, dijo: “ya estamos acostumbrados a cosas como estas”. Eso nunca pensé escucharlo de Penedo, por Dios, es como cuando tienes a un loco de esos de medio oriente con un cuchillo en el cuello y le digas: “tranquilo, sé que es la voluntad de Dios”.

Sigo insistiendo, los patrocinadores en lugar de estar regalando sueter nuevo, sillas nuevas para el Rommel, zapatillas, comodidades, prefiero que ese presupuesto se lo gasten en ayuda sicológica, tenemos que trabajar el cuerpo, pero también la mente. De qué vale que físicamente tengamos todas las condiciones del mundo, pero en la cabeza tenemos el estigma de: “SOMOS LOS MEJORES HASTA QUE LLEGAMOS AL MINUTO 85”, por favor, eso es de niños y creo que en la selección hay hombres.

Y qué decir de Bolillo. Ufff! Sería tonto echarle la culpa a él, pero “paisa” por favor, si viniste a experimentar con la selección de mi país, por favor no más; ya pasamos por eso con los hermanos Dely y creo que no merecemos más sufrimiento. Si no tienes talento dilo, si no tienes buenos jugadores dilo; pero no nos engañes diciendo que “TENEMOS FUTURO”. Por favor, Panamá pide un poquito de respeto.

Al fin y al cabo, mi noche tomó otro curso y las cosas terminaron tranquilas. A mi almohada le dije: “antes de llegar a las cosas buenas, primero hay que tropezarse un par de veces” y ZZZZZZZ…..

Por: Laureano Barría M.

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