Carta a La Sele: Dame un minuto de tu tiempo
Cada día te quiero más, pero necesito verte ganar.
¡Léase en tono panameño! Que xopá Panamá. Te escribo desde suelo patrio para decirte que estoy contigo y a la vez confesarte que como fanático no soportaría otro fracaso más en el intento de clasificar de una vez por todas a un mundial.
Esto es serio. Ya soy un adulto mayor y no juegues con mi edad por favor. Vasta recordar que te sigo desde las eliminatorias para el mundial de 1978 en Argentina, siendo esa la primera vez que jugaste una eliminatoria y desde entonces, totalizamos diez procesos fallidos.
Sé que esto no es fácil, pues ambos sabemos lo desafiante que es llegar a la máxima cita de este deporte y por eso te pido que pares firme. Quiero verte en un Mundial como lo has hecho otras ocho ocasiones con cinco participaciones mundialistas Sub-20, dos en la Sub-17 y una en Futsal.
¡Yo voy a ti! Porque fuiste tú el que le pegó a Costa Rica 3-2 en tu debut eliminatorio en 1974 con goles de ‘Cascarita’ Tapia y otras tantas ocasiones en las que la viví como los grandes con ‘calidosos’ jugadores como, Rommel Fernández (Q.E.P.D.), René Mendieta, Percival Piggot, Julio y Jorge Dely Valdés, sin obviar, goles inolvidables como los de Roberto Brown, Blas Pérez y Luis Tejada, este último anotó el más pretty… el de ‘Chilena’ a México en el Rommel en 2005.
Ya son varias las generaciones de futbolistas los que se han vestido de rojo y me da rabia porque sé que han tenido talento, pero no ha sido suficiente y más estos últimos años con dolorosas eliminaciones. Ejemplo cuando nos quedamos sin gasolina bajo el mando de “Cheche” Hernández en la hexagonal final rumbo al Mundial 2006, o cuando nos dejamos remontar en El Salvador en la eliminatoria 2008 en la época de Guimaraes. Y ni pensar en la pasada con Julio Dely Valdés como DT donde perdimos por lentos el pase al repechaje.
¡Pero cool!… La historia no juega. Así que solo te digo que déjate de nerviosismo y concéntrate, no quiero saber de ese minuto ’80, no le metas mente al árbitro y como en el ‘guetto’ y métele.
Atentamente…
Fanático