Cuando los padres envejecen

Cuando los padres envejecen
Cuando los padres envejecen
12 de junio 2014 - 08:20

El ciclo de la vida no se detiene y este viene acompañado de múltiples situaciones y el envejecimiento de nuestros padres es uno de ellos.

La vejez es una etapa que inicia a partir de los 55 años en adelante y termina con la muerte biológica de la persona. Así como otras etapas la vejez está llena de cambios, donde las crisis, las pérdidas y otros factores se hacen presentes e inevitables.

¿Qué cambios se experimentan?

En esta etapa los cambios son demasiados y los biológicos son los primeros en notarse, la dificultad para moverse suele comenzar, en conjunto con la pérdida de la visión y audición entre otras cosas. Mientras que los cambios intelectuales también se hacen sentir, con hechos como la pérdida de la memoria, se reduce la capacidad de aprendizaje y hay mucho más cansancio. Sumado a ello, la vida también cambia en el aspecto social.

Pero el impacto de la vejez en cada persona depende mucho de la personalidad de esta y las condiciones en las que vive y ha vivido a lo largo del tiempo. Hay personas que lo toman con calma y ven en la vejez una oportunidad para desarrollar proyectos que han planificado justo para esta etapa, mientras que otras simplemente le temen al llegar a la tercera edad y experimentan inseguridad y baja autoestima.

Los hijos: ¿Se vuelven pares de sus padres?

No es fácil para un hijo ver a sus padres envejeciendo, en muchos casos se invierten los roles, cuando los padres dejan su papel central en la familia y los hijos toman la batuta, pero esto solo ocurre con la aceptación de los padres, ya que existen familias con padres que tienen un importante liderazgo y no se desprenden del llevar las riendas y el control.

En la actualidad, hay una imagen muy desfavorable de la vejez, es muy común asociar esta palabra con enfermedades, problemas económicos, problemas físicos y mentales, lo que genera sentimientos encontrados en padres e hijos.

¿Cómo ayudar en esta etapa?

Ayudar a veces puede ser un problema, ya que a cierta edad los padres pueden ponerse un poco fuertes de carácter y rechazan cualquier ayuda con tal de no sentirse inútiles, en estos casos lo mejor es:

•Mantener una buena comunicación donde prevalezca la confianza. Es importante que tanto el padre e hijo puedan expresar sus sentimientos. Cuando esto no se logra es recomendable la ayuda de un profesional.

•La ayuda en las labores del hogar es fundamental, sobre todo cuando hay problemas de la vista, hay que encargarse de mejorar la eliminación de la casa y eliminar cosas que pudieran ser obstáculos, para evitar tropezones y caídas.

•Las visitas a los médicos deben ser periódicas, en caso de una enfermedad graves, lo mejor es tener un diagnóstico exacto, preguntar sobre la evolución de esta para tomar conciencia y realizar una planificación familiar.

Existen muchas formas de colaborar con los padres durante este proceso y la paciencia es una de ellas. No olvides que debido a los cambios que experimentados pueden generar cambios de humor e irritabilidad y solo con una buena dosis de paciencia podrás soportarlo y evitar caer en discusiones que hieran los sentimientos.

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