Centro bancario panameño tiene que aprender a comunicar mejor, según experto

El centro bancario de Panamá "está haciendo bien las cosas" y cumpliendo con los requisitos internacionales antiblanqueo y sobre transparencia internacional, pero no lo está sabiendo comunicar al mundo, dijo hoy a Acan-Efe el experto en comunicación corporativa Javier Rosado.

"Hacia fuera no se comunica de forma eficiente. Hay que comunicar que Panamá es capaz de hacer las cosas bien, porque las estamos haciendo bien. Esto no es una crisis, sino una oportunidad para demostrar que somos capaces de ser un centro competitivo", apuntó el director general en Panamá de la agencia española Llorente y Cuenca.

Rosado, que atendió a Acan-Efe antes de participar como ponente en la II Cumbre Financiera Internacional de Negocios e Inversión que culmina hoy en la capital, reconoció que el centro bancario panameño no goza de la reputación que le gustaría tener y que su imagen no se ha recuperado de los ataques que ha sufrido en los últimos tiempos.

"Hoy hacer las cosas bien no es suficiente para tener una buena reputación, tiene que hacerlo bien y saber cómo comunicarlo. Muchas veces existe un gap entre la realidad y la reputación producto precisamente de ese fallo en la comunicación", explicó el comunicador.

El centro bancario panameño lleva varios años bajo la lupa de distintos organismos internacionales, sobre todo después de que en julio de 2014 Panamá fuese incluida en la lista gris del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI).

En dicha lista, de la que Panamá finalmente salió en febrero de 2016 tras acometer un sinfín de reformas, se encuentran los países que presentan deficiencias en la lucha contra el lavado de dinero y la financiación del terrorismo.

Para salir de dicha lista, Panamá dio luz verde al menos una decena de leyes que buscaban blindar la plataforma financiera, entre ellas la Ley 23, conocida como "Ley Antiblanqueo", que se aprobó en abril de 2015 y que regula a los sujetos no financieros, entre otras cosas.

Sin embargo, el escándalo de los papeles de Panamá en abril de 2016, la inclusión del país en la lista de paraísos fiscales de Francia y los distintos casos de corrupción echaron al suelos estos esfuerzos por recobrar la confianza internacional y afectaron seriamente a la reputación del centro bancario panameño.

Rosado afirmó que es necesario explicarle al mundo las nuevas legislaciones antiblanqueo, pero también unirse al debate que actualmente mantiene la industria bancaria a nivel mundial para seguir atrayendo clientes.

"La discusión del sector a nivel mundial va por otro lado. Hoy en día a los grandes bancos como Bank of America o BBVA les preocupa las fintech (empresas tecnológicas que ofrecen servicios financieros) o los bitcoin (moneda virtual), y nosotros todavía estamos intentando demostrar lo que se supone que tiene que ser por defecto", aseguró.

Además de mejorar la comunicación, el especialista español también recomendó a los bancos panameños seguir cumpliendo con las reglas internacionales antilavado pero de manera más "ágil" para no perder competitividad frente a su amenaza más directa, el centro bancario de Miami, en Estados Unidos.

"Para alguien que viene de fuera se convierte en un auténtico calvario abrir una cuenta bancaria. Nosotros necesitamos conseguir un centro bancario donde cumplamos todos los requisitos que tenemos que cumplir pero también con la agilidad suficiente como para no perder competitividad a nivel mundial", apuntó Rosado.

El centro bancario de Panamá está formado por 90 bancos, de los cuales 15 son oficinas de representación, 27 tienen licencia internacional y 48 licencia general y representa cerca del 10 % del producto interno bruto (PIB) del país, según datos de la Asociación Bancaria de Panamá (ABP).

De enero a marzo de 2017, los activos del centro bancario panameño crecieron cerca de un 2 % hasta alcanzar los 120.140 millones de dólares, mientras que los depósitos se situaron en los 85.451 millones de dólares, de acuerdo a la misma fuente.

"Tenemos que seguir aspirando a ser un centro bancario de nivel internacional. Hemos pasado de ser un centro internacional a un centro regional y ahora estamos casi a la altura de un centro local", lamentó el experto.