Masterchef Celebrity Colombia
En vivo
La decisión de Donald Trump de imponer aranceles a las importaciones de acero y aluminio, con exenciones para Canadá y México, desató una ola de reacciones en su mayoría negativas en el mundo de la política y los negocios en Estados Unidos.
El presidente republicano de la Cámara, Paul Ryan, denunció públicamente la decisión de Trump el jueves.
"Estoy en desacuerdo con esta acción y temo sus consecuencias no intencionales", dijo Ryan en un comunicado, al mismo tiempo que saludó la exención para Canadá y México.
El senador republicano Jeff Flake anunció de inmediato la presentación de un proyecto de ley para cancelar estos impuestos. "Las guerras comerciales nunca se ganan, siempre se pierden", advirtió.
El senador republicano de Utah Orrin Hatch, aliado del presidente, estimó que la medida daría lugar a un aumento de impuestos para los fabricantes, los trabajadores y los consumidores estadounidenses.
"No es sensato gravar las importaciones de aluminio y acero a este nivel", dijo, agregando que "comprometerá los beneficios de la reforma tributaria".
"La seguridad nacional debe jugar un papel importante en nuestras decisiones comerciales. Pero no debe usarse como pretexto para el proteccionismo", dijo el senador republicano John McCain, dado que Trump justificó los impuestos al acero y aluminio por imperativos de seguridad nacional.
El emblemático fabricante estadounidense de automóviles dijo que los aranceles aumentarían los precios y dañarían a la industria del país.
"Aunque Ford compra en Estados Unidos la mayor parte del acero y aluminio que necesita para la producción local, esta medida podría generar un aumento en los precios nacionales de las materias primas, dañando la competitividad de los fabricantes estadounidenses", dijo un portavoz de la automotriz.
"Es un impuesto inútil a todas las familias estadounidenses y una lesión autoinfligida a la economía de la nación", dijo Matthew Shay, presidente de la Federación Nacional de Minoristas, señalando que los consumidores apenas cosecharán los beneficios de la reforma fiscal.
"Estas ganancias serán borradas rápidamente por los precios más altos en productos que van desde latas hasta automóviles y productos electrónicos", señaló.
"La verdadera grandeza de Estados Unidos no puede concretarse cuando erigimos muros que bloquean el libre comercio en la economía globalizada de hoy", agregó.
"Esperamos que estos impuestos sienten las bases para una economía y una industria más fuertes", dijo Scott Paul, presidente de la Federación de fabricantes estadounidenses, estimando que las medidas crearían empleos.
El ministro de Comercio estadounidense, Wilbur Ross, saludó la medida. "El presidente Trump cumple sus promesas y apoya a familias estadounidenses, empresas estadounidenses y trabajadores estadounidenses".