El crudo iraní puede azuzar las tensiones en OPEP pero también consolidar su estrategia
El regreso del crudo iraní a los mercados amenaza con atizar las divisiones en el seno de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), pero se inscribe en la estrategia de la lucha por las cuotas de mercado lanzada por el cártel el pasado noviembre.
Irán y las grandes potencias alcanzaron el viernes en Viena un acuerdo histórico sobre el programa nuclear de Teherán que debería traducirse en una vuelta progresiva de la oferta del país a los mercados en 2016.
Las exportaciones iraníes podrían alcanzar así los 2,4 millones de barriles por día (mbd) en 2016, frente a los 1,6 mbd de 2014, estima Charles Robertson, de Renaissance Capital.
La OPEP no puede seguir ignorando el posible retorno de Irán, una perspectiva que pesa sobre las cotizaciones del petróleo, lastradas ya por un exceso de oferta y que podría reavivar las tensiones en la organización.
Divisiones en el seno de la OPEP
Países como Venezuela, Angola y Argelia, cuyos presupuestos sufren desde hace un año la pérdida de ingresos del petróleo debido a la caída del precio del barril, podrían solicitar de nuevo una bajada del techo de producción de la OPEP.
"La próxima reunión del cártel podría ser un teatro de discordia y puede haber presiones para que se organice una cumbre extraordinaria antes de diciembre, señala Ann-Louise Hittle, de Wood Mackenzie.
La decisión tomada en noviembre por la OPEP y, más concretamente, por Arabia Saudí, de no seguir centrándose en los precios sino de lanzarse a una batalla por la cuota de mercado -en parte dirigida contra el petróleo de esquisto estadounidense-, creó divisiones en el cártel entre los países del Golfo y los demás.
A pesar de la caída de los precios, el cártel mantiene su techo de producción sin cambios en 30 mbd, ignorando las peticiones de algunos de sus miembros, Irán incluido, de alcanzar un precio de petróleo "razonable" de entre 75 y 80 dólares el barril.
Frente a los precios bajos (el barril de Brent se sitúa actualmente en torno a los 57 dólares), el ministro argelino de Energía, Salah Khabri indicó esta semana a la agencia Algérie Presse Service (APS) que podría ser necesaria una reunión extraordinaria.
Se prevé que los precios permanezcan bajos. El banco francés Natixis, por ejemplo, espera que el barril de Brent se mantenga en el borde de los 62 dólares de media el año que viene.
"El verdadero problema aparecerá cuando los miembros de la OPEP comiencen a luchar por las cuotas en un escenario de oferta excedentaria", alerta Jasem al Saadun, director del gabinete consejero económico kuwaití Al Shall.
"Si Irán, Venezuela, Argelia y Libia entran en conflicto con los productores del Golfo, será el fin de la OPEP", considera.
Margen de maniobra limitado
"Evidentemente hay una oposición de esos países respecto a la estrategia de las cuotas de mercado en el seno de la OPEP, pero su poder colectivo no es tan importante como para hacer que Arabia Saudí y otros miembros clave del cártel cambien de opinión", subraya Nærvig Pedersen, analista de Danske Bank.
Los países de la OPEP respetan poco su propio objetivo de producción y difícilmente pueden oponerse a una vuelta de Irán, añade.
Los productores, cuyas finanzas aún están en mala situación, no tienen capacidad de dar ejemplo bajando su oferta. "Necesitan la cooperación de Arabia Saudí y de otros países del Golfo, y les resultará difícil imponer sus visiones", estima por su parte Hittle.
Para Nærvig Pedersen, podría incluso ser hora de que la OPEP fije de forma más "permanente" su estrategia aumentando su techo.
Pues, en la práctica, los nuevos barriles iraníes "van a mantener la estrategia del cártel de inundar el mercado de oro negro y de luchar por las cuotas de mercado", explica.
Y más cuando esta técnica da resultados. "Cuando estudiamos los fundamentos del mercado para 2016, esperamos un crecimiento de la producción estadounidense bastante más lento. Si el crecimiento de la demanda continúa, podría haber espacio para la oferta iraní", concluye Hittle.