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Brotes de 'turismofobia' encienden las alarmas en España

Algunas comunidades analizan regular las viviendas de alquiler turístico e imponer una tasa por visitante para limitar el turismo de masas.

Un grupo de turistas pasea por los alrededores del Parque Guell de Barcelona , donde últimamente han aparecido pintadas contrarias al turismo masificado.
Un grupo de turistas pasea por los alrededores del Parque Guell de Barcelona , donde últimamente han aparecido pintadas contrarias al turismo masificado. / EFE
Efe
12 de agosto 2017 - 09:03

Los ataques contra intereses turísticos en España han avivado un debate que ha encendido la alarma en las administraciones, sobre todo las regionales, que llevan años tratando de poner orden en los puntos más conflictivos del sector, como los alojamientos ilegales o la masificación.

En defensa de este sector, fuente de riqueza y empleo en España, ha salido incluso el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para quien los ataques contra la industria turística son "un sinsentido".

La polémica de esta temporada estival tiene ramificaciones: por una parte, se discute sobre este tipo de actuaciones, condenadas prácticamente en todas las esferas, desde la política hasta la económica, pero también se ha generado un debate sobre el modelo turístico y la sobreexplotación de algunos destinos.

Más aún después de que el mayorista turístico alemán TUI, el más importante de Europa, haya dicho que España está bastante llena ya de turistas y que, además, los precios han subido, por lo que cree que hay otros países que podrían beneficiarse.

En medio de ese panorama, algunas comunidades creen que regular las viviendas de alquiler turístico, recuperar los llamados destinos "maduros", contribuir a la desestacionalización e incluso imponer una tasa por visitante son claves para limitar el turismo de masas y su derivada más penosa, el "turismo de borrachera". Y, de paso, ahorrarse protestas de los vecinos.

En Cataluña, donde se iniciaron las acciones contra intereses turísticos, el gobierno regional promete velar "por los visitantes y por la imagen de la marca Cataluña", al tiempo que la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha sido una de las primeras en tomar medidas contra la masificación turística aprobando moratorias a nuevos hoteles y apartamentos turísticos.

En isla mediterránea de Palma de Mallorca ya había pintadas contra el turismo el año pasado, pero los episodios vandálicos se han recrudecido este año.

Desde el gobierno insular se ha criticado duramente este tipo de actos y advierten de que "no se puede jugar" contra la principal industria del archipiélago.

El actual Ejecutivo balear de izquierdas aboga por un cambio en el modelo turístico y, de hecho, el martes entró en vigor la modificación de la Ley de Turismo para acabar con la "especulación" en el alquiler de las viviendas.

En el País Vasco, la preocupación se acrecentó el miércoles, cuando miembros de juventudes independentistas atacaron con pintura la sede de la Agencia Vasca del Turismo en Bilbao.

Hay consenso en Euskadi de que no tiene un turismo "masificado" y de que no es necesario cambiar el modelo, que apuesta por ser "sostenible y de calidad", en palabras del lehendakari (presidente del Gobierno Vasco), Iñigo Urkullu.

En Asturias, en la última semana han aparecido cuatro pintadas en Oviedo en contra de los turistas, pero el gobierno regional dice que es un hecho aislado en una región de turismo sostenible, de calidad y "armónico" con la naturaleza.

En otras regiones catalogadas de "sol y playa", como Andalucía, no se han producido por ahora casos de "turismofobia".

El responsable andaluz de Turismo, Francisco Javier Fernández, dice que en la región solo hay "problemas puntuales", pero el presidente de la Federación de Empresarios de Playa, Norberto del Castillo, avisó de que "no es sostenible subir todos los años en turistas".

Canarias no ha tenido ningún episodio violento ni lo espera, sobre todo porque las zonas de afluencia de turistas y las de residentes están bastante diferenciadas.

En Valencia, su presidente, Ximo Puig, considera que lo que hay es "turismofilia" y cree que el debate es "artificial" porque "siempre ha habido problemas cotidianos", que "no son turismofobia".

Desde la vecina región de Murcia, su presidente, Fernando López Miras, destacó que esa zona apuesta por un turismo de calidad y desestacionalizado, para lo que va a potenciar el deportivo, el gastronómico y el religioso, como el de Caravaca de la Cruz jubilar, que ya ha superado el millón de visitas.

Tampoco Madrid ha sufrido protestas y, lejos de intentar contener la llegada de turistas, las autoridades se vuelcan en iniciativas para hacer más atractiva la región y atraer a más visitantes, sobre todo extranjeros.

Comunidades del interior como Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura, Navarra y La Rioja tampoco han registrado "turismofobia" y sus autoridades comparten la idea de proteger el turismo como una oportunidad de desarrollo, lo mismo que Galicia.

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