Bill Gates conoció al novio de su hija menor, así fue el aterrador momento

Phoebe Gates, la hija menor del multimillonario Bill Gates y Melinda French Gates, ha crecido bajo los reflectores, pero eso no le ha impedido hablar con franqueza sobre lo que significa tener como padre a una de las figuras más reconocidas del planeta.

En el episodio del 30 de abril del popular pódcast “Call Her Daddy”, la joven de 22 años compartió anécdotas personales sobre su vida amorosa y cómo sus exnovios han lidiado con la intimidante tarea de conocer a su famoso progenitor.

“Creo que es aterrador para el chico, pero ¿para mí? Es divertidísimo”, confesó Phoebe entre risas. “Mi papá es bastante torpe socialmente. Pero los chicos, creo que se ponen muy nerviosos”.

La cofundadora de la plataforma Phia reconoció que esas situaciones, aunque hoy le parecen graciosas, no siempre fueron tan llevaderas. En particular, recordó una experiencia embarazosa durante su adolescencia, cuando asistió a un baile escolar acompañada por su padre… y por su entonces novio.

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“Primero, mi papá insistió en que escucháramos NPR durante todo el viaje de 30 minutos”, relató. “Luego paró a comprar comida rápida”. Y por si fuera poco, al momento de dejarlos en el lugar, “me llamó por el nombre equivocado. Literalmente me moría”.

Pero con el paso del tiempo, Phoebe ha transformado esas vivencias en lecciones. Para ella, observar cómo su padre reacciona ante los chicos que le presenta se ha convertido en un termómetro emocional. “Cuando le presentas a un chico a tu padre, dependiendo de cómo reaccione, así es como sabes si será un buen chico o no”, afirmó con claridad.

Aunque no confirmó si su actual pareja, Arthur Alistair Donald, nieto de Paul McCartney, tuvo un primer encuentro incómodo con el magnate de la tecnología, Phoebe sí destacó que Bill Gates ha cambiado con los años. Parte de esa transformación social, asegura, es gracias a su propia influencia.

“Solía ser un chiste que nuestra familia sería muy aburrida si yo no hubiera nacido”, bromeó. Y recordó los clásicos bailes de padre e hija, donde ella se encargaba de sacarlo de su zona de confort: “Obligaba a mi padre a ir a hablar con todos los demás padres e hijas presentes. Yo pensaba: ‘No. Si estamos aquí, vamos a socializar. Tenemos que controlar esta sala, Bill’”.

Sin embargo, si hay un territorio donde el cofundador de Microsoft no necesita empujones, es el de los juegos de mesa. Y en eso, Phoebe fue tajante: “No quieres jugar a un juego de mesa con nosotros dos”, advirtió. “De hecho, eso es peor que presentarle un chico a mi padre”.

Con su estilo directo y carismático, Phoebe Gates demuestra que crecer en una de las familias más influyentes del mundo no le ha quitado la capacidad de reírse de sí misma, ni de su padre.