La ciencia lo confirma, comer pasta genera más felicidad que su canción favorita

Comer pasta no solo es placentero, sino que también activa zonas cerebrales asociadas con la felicidad, la memoria emocional y el bienestar. Y no es una metáfora. El estudio demuestra que degustar un plato de pasta puede provocar una descarga emocional comparable, o incluso superior, a la que sentimos cuando escuchamos nuestra canción favorita o celebramos una gran victoria deportiva.

El análisis, realizado por el Behavior & Brain Lab de la Universidad IULM de Milán, utilizó herramientas neurocientíficas avanzadas para medir cómo responde el cerebro a distintos estímulos placenteros. Por primera vez, se rastreó científicamente el “efecto sonrisa” que se activa en nuestro organismo al comer pasta, explorando sus raíces emocionales, cognitivas y fisiológicas.

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Durante el estudio, se analizó a 40 participantes, hombres y mujeres entre 25 y 55 años, sin intolerancias alimentarias, mientras comían pasta, escuchaban música o veían momentos deportivos icónicos. Para medir su respuesta emocional, se emplearon técnicas comparables a las utilizadas en detectores de mentiras, como el análisis de microexpresiones faciales, variaciones en la frecuencia cardíaca y niveles de microsudoración.

Los resultados sorprendieron incluso a los investigadores. Según Vincenzo Russo, profesor de Psicología del Consumidor y Neuromarketing en IULM y director del estudio: “Con este estudio, la ciencia se pone al servicio de las emociones para demostrar que la pasta y la felicidad son una sola cosa. La respuesta de activación cognitiva y emocional a la pasta es tan intensa, placentera y atractiva que persiste incluso después de comerla”.

Cuatro índices revelan por qué la pasta es la reina de la felicidad

El informe evaluó cuatro índices clave:

• Índice de Memoria: Comer pasta obtuvo una puntuación de 0,87 (sobre 1), muy por encima de la música (0,43) y el deporte (0,02), lo que demuestra que activa más recuerdos felices, especialmente ligados a la familia.
• Índice de Compromiso: La pasta lideró con 0,28, frente a la música (0,20) y el deporte (0,03), confirmando su alto poder de atracción emocional.
• Índice Emocional: La pasta (0,36) igualó a la música (0,35) y superó al deporte (0,22), al medir la capacidad de provocar emociones positivas.
• Índice de Felicidad: El 76% de los participantes expresó altos niveles de felicidad al comer pasta, superando al deporte (54%) y apenas por encima de la música (75%).

Los investigadores también exploraron los momentos en los que las personas suelen comer pasta. La mayoría respondió “cuando me siento feliz” (4,54 sobre 6), y muchos vincularon su consumo con experiencias sociales significativas: tiempo en familia (5,10) y momentos con amigos (5,07).

Una de las consumidoras de pasta, Ángela Páramo, ratificó: “La pasta es un alimento fácil de hacer, económico y siempre genera los mejores recuerdos. Además, cuando piensas en la pasta piensas en las nonnas, lo artesanal y lugares acogedores que te dan paz. Es un alimento que disfruta desde el más millonario hasta el más humilde”.

Además, casi la mitad de los encuestados (40%) considera la pasta un alimento reconfortante. En palabras del presidente de IPO Pasta Makers, Carl Zuanelli: “Siempre hemos sabido que un delicioso plato de pasta hace feliz a la gente, pero no sabíamos por qué ni en qué medida. Ahora lo sabemos: la pasta es el alimento con la mejor relación felicidad/precio”.