Brad Pitt revela sus trabajos insólitos antes de la fama: 'Me vestí de pollo'

Brad Pitt

Mucho antes de convertirse en uno de los actores más influyentes y admirados del cine, Brad Pitt tuvo que abrirse paso en Los Ángeles con una vida lejos del glamour que hoy lo rodea.

Brad Pitt / AFP

El protagonista de El club de la pelea y Había una vez en Hollywood reveló que durante sus inicios en California, aceptó trabajos peculiaresy difícilespara sobrevivir mientras perseguía su sueño de actuar.

Nacido en Springfield, Missouri, Pitt estudió periodismo con énfasis en publicidad en la Universidad de Missouri. Aunque le interesaban los medios, lo que realmente lo apasionaba eran las películas. “Las películas eran una especie de portal a diferentes mundos”, declaró en una entrevista citada por The Mirror.

Fue esa fascinación por el cine la que lo llevó a tomar una decisión radical: abandonó sus estudios a tan solo dos créditos de graduarse y se mudó a Los Ángeles. Sin contactos ni formación actoral formal, el entonces veinteañero aceptó cualquier empleo que le permitiera pagar la renta y comer. Uno de los más llamativos fue en la cadena de comida rápida El Pollo Loco, donde debía disfrazarse de pollo amarillo y emplumado para atraer clientes durante la apertura del local en Sunset Boulevard.

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“Sí, lo hice. Tenía que comer”, confirmó el propio Pitt en una entrevista con The Ellen DeGeneres Show. Al preguntarle si le daba vergüenza recordar ese trabajo, su respuesta fue clara: “No me avergüenzo en absoluto”. Detalló que debía ondear un cartel promocional y, aunque no recuerda cuánto le pagaban, sí mencionó entre risas: “Me hicieron gestos obscenos muchas veces”.

Pero ese no fue el único trabajo atípico que tuvo. En declaraciones a Newsweek, Pitt relató que también fue chófer de strippers durante dos meses. Su labor consistía en llevar en limusina a bailarinas exóticas que animaban despedidas de soltero. “Mi trabajo era llevarlas a fiestas, recoger el dinero, poner malos discos de Prince y atrapar la ropa de las chicas”, contó. Aunque calificó la experiencia como “poco saludable y deprimente”, fue precisamente allí donde una de las bailarinas le habló de un curso de actuación impartido por Roy London.

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Movido por la curiosidad, asistió a una clase y quedó impresionado por el enfoque del maestro. “Roy era duro, encantador, compasivo. Le doy el crédito total por haberme encaminado en esta dirección. Aprendí mucho de ese hombre. Lo extraño”, confesó el actor.

Gracias a esa formación, Pitt comenzó a conseguir pequeños papeles en televisión, en series como Growing Pains y Another World. Su gran oportunidad llegó en 1991 con Thelma & Louise, donde su breve pero memorable aparición lo catapultó al estrellato. Desde entonces, ha construido una carrera con más de 30 años en la industria, protagonizando películas icónicas como Seven, Troya, Babel y El curioso caso de Benjamin Button. En 2014 ganó un Oscar como productor de 12 años de esclavitud y en 2020 obtuvo su primer premio como actor por Había una vez en Hollywood.

Brad Pitt no es el único actor que tuvo empleos insólitos antes de conquistar Hollywood. Según un reportaje de Digital Spy, el veterano Christopher Walken fue domador de leones a los 16 años en un circo local. “Entraba con mi látigo y hacía que una leona se sentara, pero era más como un perro”, explicó.

Whoopi Goldberg trabajó como albañil, operadora de líneas telefónicas sexuales y maquilladora de cadáveres. Danny DeVito, por su parte, arreglaba el cabello de mujeres fallecidas antes de su entierro. “No charlaban mucho, claro”, bromeó en una entrevista.

La actriz Megan Fox también se disfrazó, pero de plátano, para promocionar una tienda de batidos, y Hugh Grant fue jardinero del club de fútbol Fulham, equipo del que sigue siendo fiel aficionado.

Estos relatos demuestran que incluso las mayores estrellas de Hollywood comenzaron desde abajo, enfrentando realidades poco glamurosas con determinación y trabajo duro. Brad Pitt lo resume mejor que nadie: “No me avergüenzo. Tenía que comer”.

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