La infección que casi mata a Tom Hanks durante el rodaje de 'Náufrago'

Una herida aparentemente inofensiva se convirtió en una amenaza letal durante el rodaje de una de las películas más exigentes de su carrera.

Tom Hanks / AFP

Tom Hanks no solo interpretó la desesperación de un hombre varado en una isla desierta en Náufrago (2000), también la vivió en carne propia. Mientras daba vida a Chuck Noland, un ejecutivo de FedEx que sobrevive a un accidente aéreo, el actor enfrentó un episodio médico tan grave que pudo haberle costado la vida.

Durante el rodaje en una isla remota del Pacífico, Hanks sufrió una herida en la pierna que pasó desapercibida… hasta que casi fue demasiado tarde. En una entrevista con la BBC, recordó: “Estaba en el hospital durante tres días con algo que, créanlo o no, casi me mata”.

La lesión ocurrió mientras grababan las primeras escenas de la película, cuando su personaje explora los peligrosos entornos de la isla tras el accidente. Las condiciones reales del lugar, aislamiento, naturaleza salvaje y falta de atención inmediata, complicaron la situación.

Lo que parecía un simple corte se infectó rápidamente. Hanks notó que su pierna comenzaba a hincharse de forma anormal, y al consultar al médico, recibió una respuesta fulminante: “Tengo que internarte ya, porque hay que sacar esta infección antes de que llegue a tu sangre y mueras”, relató el actor.

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La bacteria avanzaba con rapidez y amenazaba con desencadenar una septicemia. De inmediato, fue hospitalizado de urgencia, lo que obligó a suspender el rodaje durante tres días.

La producción de Náufrago, dirigida por Robert Zemeckis, fue una de las más inusuales de la carrera de Hanks. Filmada en dos grandes bloques, la producción se detuvo durante varios meses para permitir que el actor adelgazara drásticamente y se dejara crecer la barba, reflejando el deterioro físico real del protagonista.

Nada fue simulado. No hubo maquillaje, ni efectos visuales para alterar su cuerpo. Cada cambio, cada cicatriz, cada marca visible en la piel fue el resultado directo de la transformación de Hanks. Una entrega actoral total que, sin saberlo, casi le cuesta la vida.

Según informó Collider, Zemeckis aprovechó esa pausa para filmar otra película (Lo que la vida esconde), mientras Hanks se preparaba físicamente para la segunda parte del rodaje.

En The Bill Simmons Podcast, Hanks recordó con cariño, y también con asombro, la intensidad del rodaje: “Tuvimos aventuras audaces cuando hicimos esa película… Estábamos en medio del océano tratando de capturar escenas. Fuimos dos veces a Fiji. Todos los días y todas las noches había una aventura diferente”, contó.

Fue precisamente esa atmósfera de aventura y exigencia la que impidió que el actor prestara atención a una herida que parecía menor. En retrospectiva, la negligencia casi le cuesta la vida.

“La infección estaba a punto de ingresar en mi sistema sanguíneo”, confesó. “Si el tratamiento no hubiera sido inmediato, las consecuencias habrían sido irreversibles”, agregó.

Náufrago fue un fenómeno. Recaudó más de 400 millones de dólares en todo el mundo y le valió a Hanks un Globo de Oro al Mejor Actor y una nominación al Oscar. Sin embargo, pocos sabían que detrás de ese éxito se escondía una historia tan extrema como la del propio Chuck Noland.

Porque mientras el personaje luchaba contra la soledad y la supervivencia en una isla desierta, el actor luchaba silenciosamente contra una amenaza real y silenciosa que crecía dentro de su cuerpo.

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