Los panameños somos poco agradables­­­

Panamá mejoró su reputación en el mundo, de acuerdo con un informe desarrollado por el Reputation Institute. Sin embargo, seguimos siendo considerados como poco amables, y con profundas deficiencias en lo que a cultura, ocio y entretenimiento se refiere.

Este informe, que fue presentado recientemente en Panamá, analizó la percepción de 80 mil personas entrevistadas en 70 países en el 2015.

Panamá ocupa la posición ocho al medir sus fortalezas en los países del G8 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia Italia, Japón, Reino Unido y Rusia), siendo superado por Costa Rica, Brasil, Perú, República Dominicana, Argentina, Chile, y Puerto Rico.

Mientras que en las principales economías latinoamericanas (Brasil, México, Colombia, Argentina, Perú y Chile) nos perciben como el quinto país con mejor reputación. El liderazgo lo llevan Uruguay, Brasil, Puerto Rico y Costa Rica.

“La reputación de un país impacta de manera directa en comportamientos de apoyo hacia el mismo, tales como recomendar visitarlo, invertir en él, ir a vivir allí o comprar productos procedentes de ese origen”, afirmó Fernando Prado (socio director del Reputation Institute para Latinoamérica e Iberia).

Para medir la percepción se utiliza una herramienta que toma en cuenta un conjunto de diecisiete atributos racionales que explican el vínculo emocional de un país y que se agrupan en tres dimensiones: calidad institucional, calidad de vida y nivel de desarrollo. Al mismo tiempo los atributos se clasifican en duros y blandos.

Las fortalezas de Panamá nos proyectan como un país seguro, con menos corrupción, con mejor entorno económico y político, y mayor bienestar social, atributos considerados como duros.

Por otra parte, nuestra debilidad se centra en la pobre oferta cultural, de ocio y entretenimiento. También sale muy mal librado nuestro entorno natural, nuestro sistema educativo y es muy cuestionada la amabilidad de la gente. Atributos que se consideran totalmente blandos.

El atributo que más influye en que un país tenga buena reputación es la amabilidad y simpatía de su gente, el segundo es el entorno natural, ambos claramente blandos; el tercero la seguridad, el cuarto el estilo de vida, el quinto la ética y ausencia de corrupción, el sexto su oferta de ocio y entretenimiento, el séptimo el nivel de bienestar social y el octavo el entorno institucional/político.

“yo diría que algunas de las debilidades tienen que ver con el desconocimiento, como por ejemplo el entorno natural y las posibilidades de ocio y entretenimiento. En mi opinión se trata de una clara oportunidad de comunicación, pues la realidad del país está por encima de la precepción internacional. Una buena campaña de comunicación sobre estos temas seguramente ayudaría a atraer más turistas”, opinó Prado.

Y aunque Panamá mejoró su reputación todavía se considera intermedia. Una buena reputación tiene un impacto positivo en la economía de un país ya que genera llegada de turistas, inversión extranjera y fortalecimiento de sus exportaciones.

Pero al parecer buscar mejorar nuestra reputación no solo tendría una clara incidencia en las variables económicas, sino al mismo tiempo podría convertir al panameño en alguien más amable y simpático.