El Montmartre artístico de Toulouse-Lautrec desembarca en España
El mundo de arte y bohemia del barrio parisino de Montmartre desembarcó hoy en Barcelona en una exposición que celebra la vida y obra de Henri de Toulouse-Lautrec, con creaciones del francés y de otros artistas coetáneos.
A partir de 345 obras -61 de ellas de Lautrec- entre pinturas, dibujos grabados, esculturas, carteles, fotografías y objetos de época, la muestra de Caixaforum ilustra la riqueza del intercambio que se produjo en esa época entre más de una veintena de artistas.
Comisariada por el estadounidense Phillip Dennis Cate, la exposición "muestra también el importante papel que tuvieron en la trayectoria de Toulouse-Lautrec (1864-1901) las producciones artísticas efímeras", como grabados, carteles, ilustraciones de libros y prensa o diseños de partituras.
El comisario, un estudioso de ese período desde los años 70, contextualiza en la exposición el arte de Lautrec con el de sus colegas "conspiradores antiestablishment" y arroja luz sobre "los intercambios fructíferos entre artistas de mentalidades similares".
Lautrec está representado en la exposición por obras como "À la Bastille (Jeanne Wenz)", "El bosque sagrado", "Jane Avril saliendo del Moulin Rouge", "Mujer sentada en la cama", el conocido cartel "Ambassadeurs. Aristide Bruant" y "Diván japonés".
Además de Lautrec, en la exposición están representados artistas como Van Gogh y su "Mesa de café con absenta"; Édouard Manet o Pablo Picasso.
A finales del siglo XIX, recordó el comisario, se fundó en Montmartre el cabaré Le Chat Noir, que rápidamente atrajo a artistas y escritores afines a Les Arts Incohérents (Las Artes Incoherentes), un foco de atención de la vida artística y literaria de la vanguardia parisina.
La comunidad artística de este barrio adoptó de forma innovadora ciertas herramientas antiacademicistas como el humor, la ironía, la sátira, la parodia, la caricatura y los títeres, para criticar la sociedad de su tiempo y la condición humana, en general.
El tema preferido de estos artistas era la vida moderna que los rodeaba en el propio Montmartre: calles, cabarés, salas de baile, intérpretes, artistas, prostitutas o vagabundos.
Estructurada en nueve ámbitos, la muestra ahonda en las importantes contribuciones que todos estos artistas hicieron al arte finisecular.
El recorrido expositivo se inicia con los paisajes de Montmartre, prosigue con una sección sobre el cabaré Le Chat Noir, creaciones con la prensa, como los carteles y acaba con la vida nocturna, los espectáculos, el circo y la imagen de la mujer.