Dormir mal puede reactivar recuerdos negativos y afectar su salud mental
Diversas investigaciones señalan que dormir de forma insuficiente o con baja calidad puede incrementar la tendencia del cerebro a rescatar recuerdos negativos, afectando de manera directa el bienestar emocional y la salud mental.
El neurocirujano Arvind Bhateja, citado por Welife, explica que el descanso deficiente compromete el funcionamiento de la corteza prefrontal, región cerebral encargada de inhibir la evocación de experiencias desagradables. Un estudio desarrollado por la Universidad de California en Irvine confirma que, cuando esta zona se ve afectada, aumenta la probabilidad de recordar de forma recurrente vivencias con carga emocional negativa, favoreciendo la aparición de ansiedad o depresión.
“La falta de sueño hace que evoquemos y nos concentremos en los recuerdos asociados con emociones negativas, y esto a menudo puede estar relacionado con problemas de salud mental graves. Por eso es muy importante dormir bien por la noche para asegurarse de mantener una actitud positiva”, detalla Bhateja.
Además, el especialista subraya que el sueño nocturno es un proceso fundamental para la memoria: “La memoria se codifica, estabiliza y mejora durante el sueño”.
La alteración de este ciclo provoca que el cerebro seleccione de forma preferente experiencias negativas frente a las positivas.
Te puede interesar: Cazzu rompe el silencio sobre la pensión de Nodal para su hija Inti: 'No es justo'
Te puede interesar: Jennifer Lopez | Un grillo enorme se le subió hasta el cuello en pleno concierto y así reaccionó ella
La psicóloga clínica Lidia García Asensi establece un paralelismo entre el cerebro y un sistema informático: “Nuestro cerebro actuaría procesando información en forma de carpetas, que son organizadas y almacenadas. Sin embargo, si llega un recuerdo que sobrepasa su capacidad, se guarda en forma de experiencia vivida en una red de memoria distinta de la habitual”, expone en declaraciones recogidas por La Mente es Maravillosa.
Este mecanismo actúa como un sistema de protección, aislando los recuerdos traumáticos para evitar emociones extremas. No obstante, la falta de sueño debilita el control de la corteza prefrontal, reduciendo su capacidad para mantener apartados estos recuerdos y aumentando la probabilidad de que resurjan de forma involuntaria.
Dormir lo suficiente y con buena calidad no solo favorece el rendimiento cognitivo y la consolidación de la memoria, sino que constituye un factor clave para preservar la estabilidad emocional. Un descanso inadecuado no tratado puede contribuir al desarrollo de problemas de salud mental y alterar significativamente la calidad de vida.
Investigaciones recientes publicadas en la revista Nature Communications han demostrado que la privación de sueño también altera la actividad de la amígdala, una región cerebral clave en el procesamiento de las emociones. Este cambio provoca que las reacciones ante estímulos negativos se intensifiquen, mientras que la respuesta a estímulos positivos disminuye.
En consecuencia, la combinación de una corteza prefrontal debilitada y una amígdala hiperactiva crea un escenario propicio para que las emociones adversas dominen el pensamiento, lo que incrementa la vulnerabilidad psicológica y dificulta la resiliencia emocional.