El mundo rinde homenaja a Lady Di en su cumpleaños número 60

Este 1 de julio, Diana, princesa de Gales cumpliría 60 de años y en su honor se develará una estatua en los jardines del palacio de Kensington, la residencia donde vivió hasta su fallecimiento.

Este homenaje, uno de los más esperados, que contará con un reducido número de invitados estará encabezado por sus hijos los príncipes Guillermo y Harry. Este último llegó a Londres el viernes pasado para cumplir con los cinco días de cuarentena obligatoria.

La idea inicial de los hermanos era invitar a un centenar de personas al acto, pero no ha podido ser. Estarán únicamente acompañados de algunos miembros de la familia Spencer, por el artista autor del monumento y pocas personas relacionadas con el proyecto.

El acto supondrá el reencuentro público de los príncipes Guillermo y Harry, que en el último año solo se han visto una vez, en el funeral del duque Edimburgo, que se realizó el pasado abril.

Aunque algunos medios británicos aseguran que Guillermo y Harry podrían tener una reunión privada una vez finalice el homenaje a su madre, lo que sería el primer acercamiento desde la muerte de su abuelo.

La relación entre ellos no atraviesa su mejor momentos, desde que el duque de Sussex renunicara a representar a la familia real, se mudara con su familia a Estados Unidos y concediera unas impactantes declaraciones sobre la realeza y algunos miembros del clan Windsor.

Sin embargo, con el objetivo de honrar la memoria de su madre, han puesto de lado sus diferencias para decidir en consenso todos los detalles relacionado con este homenaje.

Ante la ausencia de Meghan Markle, Kate Middleton y sus hijos, tampoco participarán de la ceremonia, pero visitarán la estatua de manera privada antes de la inauguración oficial. Otra ausencia notoria será la del Príncipe de Gales, quien estuvo casado con Diana durante 15 años.

La estatua fue realizada en bronce por Ian Rank-Broadley. El artista escogido para tallar la figura tiene una estrecha vinculación con la Familia Real puesto que también estuvo a cargo de hacer la imagen de la reina Isabel II de Inglaterra que aparece en las monedas británicas desde 1998.

"Ian es un escultor extremadamente talentoso y creará un tributo a nuestra madre que perdurará en el tiempo. Estamos deseando presentar la estatua, que permitirá a todos aquellos que visiten el Palacio de Kensington recordarla y celebrar su vida y su legado", dijeron los príncipes Guillermo y Harry en un comunicado.

El lugar elegido para la colocación del monumento está cargado de significado. El palacio de Kensington fue donde Lady Di pasó sus primeros años como princesa y donde vivió los años más felices de su vida junto a sus dos hijos.

La estatua de bronce se ubicará a un lado de uno de los caminos del llamado “jardín hundido”, un lugar que podrá ser visitado por el público que sigue recordando a la princesa y que podrá hacerse fotos y dejar flores.

Los seguidores de la princesa Diana se encuentran muy emocionados por este homenaje y desde días antes de la fecha señalada han empezado a colocar objetos y detalles conmemorativos como banderas del Reino Unido, flores, pancartas con su imagen para adornar el exterior del palacio de Kensington.

Recordemos que su carisma, simpatía, empatía y naturalidad hicieron que destacase en una institución rígida y protocolaria y que se ganase el apelativo de “Princesa del pueblo”.

La vida de la 'Princesa del pueblo'

Diana Frances Spencer nació el 1 de junio de 1961 en Norfolk, Inglaterra, en el seno de una familia aristocrática y ligada a los Windsor. Su padre, Edward John fue el octavo conde de Spencer y su madre Frances (Ruth Burke-Roche) Spencer. Ella fue la cuarta de los cinco hijos.

La Reina Isabel II es la madrina de su hermano y durante su infancia Diana jugaba con los hijos pequeños de la Familia Real, Andrew y Edward, y creció en la casa que su familia alquilaba a la reina.

A finales de la década de 1970, después de dejar la escuela, Lady Diana tiene varios trabajos como cocinera, niñera y maestra de jardín de infantes.

Pero luego de varios meses de noviazgo, el 24 de febrero de 1981 el Palacio de Buckingham anuncia el compromiso entre el príncipe Carlos de 32 años, heredero del trono británico y Diana.

El 29 de julio de 1981 se casan en la Catedral de St. Paul en Londres, Inglaterra. La audiencia televisiva mundial estimada fue de más de 700 millones de personas. Una vez finalizada la ceremonia, Lady Diana asume el título de Su Alteza Real, Princesa de Gales.

Casi como de cuento de hasta, Diana vistió aquel traje icónico de volantes y lazos y con una cola de siete metros y medio en el que se veía radiante a sus 20 años recién cumplidos.

21 de junio de 1982 la princesa da a luz al primer hijo de la pareja real al que llaman William Arthur Philip Louis.

El segundo hijo viene al mundo el 15 de septiembre de 1984. Se llama Henry Charles Albert David, pero se le conoce como Harry.

Es en noviembre de 1995 cuando Diana da una entrevista a la BBC en la que admite el reiterado adulterio dentro de su relación.

“Bueno, éramos tres en este matrimonio, así que estaba un poco abarrotado”, dijo en esa entrevista con Martin Bashir, una entrevista que según ha revelado la cadena recientemente, el periodista consiguió usando métodos engañosos y por lo que se ha disculpado.

La tercera persona a la que hacía referencia Diana era Camila Parker Bowles, actual esposa del Príncipe de Gales desde 2005.

Tras meses de separación del príncipe de Gales, el divorcio finaliza el 28 de agosto de 1996 y Diana pierde su título de Su Alteza Real, pero conserva el de Princesa de Gales.

Su popularidad no se resintió tras el divorcio, sino más bien todo lo contrario, seguía siendo querida y admirada.

Continuó con su trabajo humanitario que había iniciado años antes. Dedicaba tiempo y esfuerzo a diferentes causas relacionadas con personas sin hogar, con discapacidad y con VIH-Sida.

Un año antes de su muerte, Lady Di se involucró en la lucha contra la fabricación de minas antipersonas.

De manera inesperada muere en un accidente automovilístico en París, junto a su novio Dodi Al-Fayed y el conductor Henri Paul el 31 de agosto de 1997, cuando eran perseguidos por un grupo de paparazis.

La muerte de la Princesa provocó una de las peores crisis que ha vivido la monarquía británica en los últimos tiempos, poniendo en entredicho la sensibilidad de la Familia Real ante el sufrimiento de algunos de sus miembros más queridos.

El 6 de septiembre de 1997 se lleva a cabo el funeral en la Abadía de Westminster. Se estima que 2.500 millones de personas en todo el mundo ven los servicios. Detrás del féretro sus dos hijos caminan cabizbajos, una imagen conmovedora que le dio la vuelta al mundo. Diana está enterrada en la finca de la familia Spencer en Altrhorp, Northamptonshire.

En septiembre de 1999, una investigación francesa concluyó que el conductor Henri Paul, que estaba legalmente borracho en ese momento fue el responsable del accidente.