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La creadora de contenido reveló que estuvo a punto de morir asfixiada luego de que la bufanda de su vestido quedara atrapada en las llantas de un automóvil, provocando que el accesorio se ajustara violentamente alrededor de su cuello.
“El vestido que me estranguló”, escribió Moulton en Instagram, donde compartió imágenes y videos del incidente mostrando las dolorosas marcas que la tela dejó en su piel.
La joven relató que había elegido un vestido negro largo con una bufanda a juego como accesorio. Sin embargo, al subir a un vehículo, la tela se arrastró hasta quedar enredada en las llantas. El movimiento del auto apretó la bufanda con tanta fuerza que por poco termina estrangulada.
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Afortunadamente, la situación se controló rápidamente. El vehículo se detuvo de inmediato y Moulton pudo ser liberada, aunque con quemaduras visibles en el cuello. “En cuestión de segundos, la tela me pudo haber quitado la vida”, reconoció.
Consciente del impacto que generó la noticia, la influencer decidió enviar un consejo a su comunidad digital: “Un recordatorio para las damas: ¡quítese la bufanda antes de entrar o manejar maquinaria pesada!”.
El mensaje, acompañado de las imágenes del accidente, generó cientos de reacciones de preocupación y apoyo. Entre los comentarios podían leerse frases como: “Eso es aterrador. Se ve doloroso también” o “Ella es una luchadora, ninguna bufanda la romperá”.
El episodio también recordó a muchos seguidores la trágica historia de la bailarina Isadora Duncan, quien en 1927 murió tras un accidente similar cuando su pañuelo de seda quedó atrapado en la rueda de un automóvil.
Aunque el susto fue real, Moulton intentó tranquilizar a sus fans tomando la situación con algo de humor en sus historias: “Ni siquiera el filtro de París me ayuda. Vamos a ponerle un vendaje médico. No se preocupen, sigo con el ánimo alto. Estoy prosperando y sobreviviendo”.
La influencer también aprovechó para lanzar un mensaje sobre los riesgos de la vida pública en internet: “Comparto cosas en mis redes sociales para mis seguidores que eligen seguirme a mí y a mi vida, no para que sean recogidas y compartidas por cualquier medio de comunicación. Entiendo completamente que es parte de estar abierta en redes, pero solo un recordatorio: sean amables al comentar sobre personas que no conocen”.
El accidente de Eli Moulton no solo desató preocupación, sino también abrió la conversación sobre la seguridad con prendas largas y los límites de la exposición digital.