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Lo que parecía un acto reflejo inofensivo estuvo a punto de costarle la vida a Ian Applegate, un maquinista de 35 años que sufrió un accidente cerebrovascular a causa de un estornudo. El suceso ocurrió el pasado 9 de febrero, justo después de que regresara a su trabajo tras haber pasado una semana enfermo con gripe.
Según explicó su familia a través de la plataforma de recaudación GoFundMe, Ian estornudó repetidamente y, de inmediato, sintió un intenso dolor en el cuello, la parte posterior de la cabeza y el ojo izquierdo. En cuestión de segundos, su visión se alteró y experimentó una fuerte sensación de mareo.
"Mi hermano Ian Applegate había vuelto al trabajo después de estar enfermo toda la semana. Ese día, estornudó varias veces seguidas y, de repente, sintió un dolor punzante en la nuca y la cabeza. Luego, todo comenzó a girar", relató un familiar en la campaña de recaudación.
Alarmados por su estado, Ian fue trasladado de urgencia a un hospital, donde los médicos confirmaron que el fuerte estornudo había provocado el desgarro del revestimiento de una arteria en su cuello, lo que desencadenó un derrame cerebral. Desde entonces, permanece hospitalizado, enfrentándose a dolores constantes y pérdida de sensibilidad en el lado izquierdo de su rostro.
Para hacer frente a los elevados costos médicos, su familia lanzó una campaña en GoFundMe, donde hasta el momento han recaudado más de 10 mil dólares.
A pesar de las dificultades, Ian se mostró optimista y agradecido con quienes lo han apoyado. "Tengo un largo camino por delante para recuperarme, pero agradezco a todos por su ayuda. Sus visitas significan mucho para mí. Los quiero, ha sido una experiencia aterradora", escribió en sus redes sociales.
Aunque los estornudos suelen considerarse una reacción natural del organismo, los especialistas advierten que bloquearlos o contenerlos puede tener consecuencias graves.
De acuerdo con un estudio publicado en la revista médica BMJ Case Reports, reprimir un estornudo puede generar un aumento súbito de la presión en la garganta, el oído interno e incluso en el cerebro, lo que podría derivar en lesiones como rupturas de vasos sanguíneos, daño en los senos paranasales y, en casos extremos, accidentes cerebrovasculares.
Un informe de la Clínica Mayo también destaca que contener un estornudo podría causar una disección arterial, es decir, la ruptura de la capa interna de una arteria, lo que compromete el flujo sanguíneo al cerebro y aumenta el riesgo de un derrame cerebral. Por ello, los expertos recomiendan no contener los estornudos y, en su lugar, cubrirse la boca con un pañuelo o el antebrazo para evitar la propagación de virus y bacterias sin poner en riesgo la salud.
Los ataques cerebrovasculares pueden ocurrir de manera repentina y, en muchos casos, representan una amenaza mortal si no se atienden con rapidez. Según el Ministerio de Salud, esta afección es una de las principales causas de muerte a nivel mundial.
Los síntomas más comunes incluyen:
*Nota desarrollada con ayuda de IA con base a información de los diarios El Tiempo y O Globo*