Alejandro Fernández confiesa la dura crisis de salud que lo alejó de los escenarios

Alejandro Fernández habló abiertamente sobre una crisis de salud que lo obligó a cancelar varias presentaciones de su gira. El cantante de 54 años compartió los detalles en una entrevista con el programa y explicó cómo una serie de complicaciones médicas lo dejaron sin fuerzas durante varios días.

El intérprete reconoció que todo comenzó con un problema en los ojos. “Se me juntaron varias cosas”, relató. “Tengo una condición en los ojos. Se me hace una alergia que, si no me la atiendo a tiempo, se me hace una infección. Fui con el oftalmólogo, me recetó un medicamento que es muy fuerte para el estómago”. Sin embargo, lo que parecía un tratamiento rutinario desencadenó una crisis mayor, ya que, según explicó, en su organismo estaba latente una bacteria que no había sido detectada. “Traía encapsulada la bacteria esta de salmonellosis, no me di cuenta y a la hora que se expandió me hizo pedazos el estómago”.

La combinación del medicamento y la salmonelosis provocó estragos en el artista, al punto de dejarlo debilitado físicamente. “No podía caminar, no podía comer, no podía tomar ni agua”, confesó, describiendo la magnitud del malestar que lo llevó a tomar la difícil decisión de suspender algunos compromisos profesionales.

Las declaraciones de El Potrillo confirmaron lo que muchos de sus seguidores habían intuido al notar su ausencia en los escenarios. La preocupación fue tal que incluso figuras del espectáculo, como la presentadora Lili Estefan, se pronunciaron sobre el estado del cantante. “Yo me preocupé la semana pasada, lo llamé y todo, pero ya está recuperado”, comentó durante la transmisión del programa, llevando tranquilidad a los fans que aguardaban noticias sobre su estado.

Afortunadamente, el intérprete de “Me dediqué a perderte” ya se encuentra recuperado y no tardó en regresar a los escenarios. Su retorno tuvo lugar en Las Vegas, en un concierto cargado de emoción donde compartió micrófonos con su hija Camila Fernández, demostrando una vez más que el talento de la dinastía Fernández sigue firme en las nuevas generaciones.

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El evento también tuvo un ingrediente especial: la presencia de su madre, doña Cuquita, quien no quiso perderse la actuación de su hijo después de la difícil etapa de salud que atravesó. La imagen de Fernández cantando junto a su hija y acompañado por su madre se convirtió en un símbolo de fortaleza y unión familiar, algo que siempre ha caracterizado a los Fernández frente a la adversidad.

La sinceridad con la que Alejandro Fernández relató lo sucedido refuerza el vínculo que mantiene con su público, quienes lo han acompañado a lo largo de más de tres décadas de carrera. No es la primera vez que el cantante enfrenta momentos complicados, pero su capacidad para sobreponerse y regresar a los escenarios confirma su espíritu resiliente.

La gira del artista, que ha recorrido distintos países, seguirá adelante con las fechas programadas, y todo indica que el incidente de salud ha quedado atrás. Para sus fans, escuchar de su propia voz que ya está mejor es un alivio que les devuelve la ilusión de verlo nuevamente interpretar sus grandes éxitos en vivo.

Alejandro Fernández ha demostrado que incluso en los momentos más difíciles, su compromiso con la música y con su público es inquebrantable. La experiencia con la salmonelosis y las complicaciones médicas no solo lo obligaron a detenerse, sino también a valorar la importancia de su bienestar para seguir brillando en los escenarios.

Con su característico estilo y el cariño de su familia, El Potrillo continúa escribiendo capítulos memorables en la historia de la música mexicana, recordando que, aunque la salud puede tambalear, la pasión por cantar y compartir con su público sigue intacta.