La cantante que ensayaba debajo de un puente y deslumbró con su voz en un reality show
Historias extraordinarias
La cantante emigró de su país en busca de oportunidades, en España encontró una carrera que se vio atrofiada por la llegada del coronavirus, sin embargo, cantar bajo un puente la impulsó a un escenario.
Rosa María, de pequeña, tenía un vínculo con la enfermería y con la música, esta última inició a estudiarla desde los 12 años y a los 17 se especializó en canto lírico. El sufrir de asma, la llevó a admirar a las enfermeras que la cuidaban y su tía que también ejercía la cerrera. Logrando graduarse años después.
"Trabajé en un área muy dura del sector salud de Venezuela: la oncológica. Los pacientes con cáncer se han visto muy afectados por las carencias en el país", especialmente por la falta de unos fármacos específicos que son importados, explicó Rosa a la BBC.
Cuenta que en muchas ocasiones ayudaba monetariamente a quienes tenían el dinero exacto para los laboratorios o medicinas. Y fue difícil enfrentarse a la muerte de sus pacientes, pues entre amos se logra un lazo familiar, cuando la situación la empezó a afectar de más, decidió que era momento de poner una pausa, y empezó a trabajar en Caracas como músico soprano, formando parte del coro de ópera del emblemático Teatro Teresa Carreño.
Se abrió paso como cantante y obtuvo el título, pero como muchos venezolanos, la situación del país la obligó a irse en busca de estabilidad. Dejando atrás a su hija de 10 años Giselle y su madre.
Con su llegada a España en el 2019, continuó estudiando, obteniendo un Master, practicaba en el departamento de Música de la Biblioteca Nacional de España, pero cuando iniciaba con unas cuantas presentaciones, el coronavirus toco las puertas de España. En el país surgió la necesidad de reclutar enfermeras, y ella decidió unirse para colaborar en la crisis sanitaria.
"Y para mí fue un deber moral, ético y profesional ofrecer mis servicios como enfermera, ya que tenía la formación y la experiencia en mí país, así que atendí el llamado y comencé a trabajar en residencias para mayores".
Ella cuenta que en el lugar morían hasta 4 personas el mismo día y al inicio trabajaban sin los recursos necesarios, pero cuando el sol salió para España y la situación se controló, ofreció cantarles el Ave María a los abuelos que se encontraban rezando el rosario, enamorándolos con su melodiosa voz, y convirtiendo en ritual que todos los días a las 5:30 los abuelitos la llamaban para que les cantara.
Rosa María consiguió trabajo en uno de las residencias, donde monitoreaba la salud y participaba en actividades de estimulación neurológica. Poco a poco, empezó a darles conciertos donde todos iban vestidos de gala.
Buscando un lugar para practicar, se percató que bajo el puente por donde pasaba había buena acústica, por lo que decidió entonar sus canciones, mientras algunas personas se detenían para escucharla, y entre esas, había una periodista, que al final de su canto le ofreció ser entrevistada. Le hicieron un reportaje televisado el día que haría una presentación para los adultos mayores.
El reportaje fue visto por uno de los productores de Got Talent, quien la contactó para que hiciera la audición y participara en el concurso. Luego del proceso, la venezolana fue invitada a cantar frente a los jueces, el público y algunos de los abuelitos que invitó la producción.
La verdadera sorpresa fue que cuando terminó su interpretación y los invitados por producción oprimieron el anhelado botón dorado. Pasando directamente a la semifinal del concurso, algo que no es común en el reality show.