Nostalgia, ríos de energía y mucho rock de la mano de Paul McCartney en Chile

El bajista de The Beatles, Paul McCartney, ofreció un concierto en Santiago, de Chile. / EFE
Efe
21 2019 - 11:55

El ex-Beatle Paul McCartney desplegó este miércoles un directo de gran intensidad y sutil nostalgia en Santiago, donde hizo un amplio repaso a su discografía con el que deleitó a las más de 50,000 personas que respondieron a la llamada del rock del icono musical del siglo XX.

Sir Paul selló su cuarta visita al país por todo lo alto con un concierto multitudinario en el capitalino Estadio Nacional, que sirvió de pistoletazo de salida a su paso por Latinoamérica de la mano del "Freshen Up Tour", que continuará en Brasil y Argentina.

A sus 76 años, McCartney dio la bienvenida al Otoño en el Cono Sur con un show de casi tres horas de duración en el que brillaron con especial fuerza clásicos de la banda británica como "Eleanor Rigby" y "Lady Madonna", convertidos ya en himnos de la música popular.

Tanto fue así que el viaje en el tiempo comenzó cronológicamente con "A Hard Days Night", uno de los grandes éxitos de la primera etapa de los Beatles, tras la cual afirmó en español que se sentía "bacán" por estar de vuelta en Chile, palabras con las que desató la euforia del público.

A partir de ese momento la noche siguió un ritmo frenético en el que entremezcló canciones de su último disco, "Egypt Station" (2018), como "Who Cares" y "Come on to me", con otras de su etapa como líder de la banda Wings.

De las más recientes destacó "Fuh You", la más conocida, en la que resume de manera concisa los matices de su renovada propuesta musical, basada en la fusión de sonidos puros del rock clásico con otros más modernos, que hacen recordar a las bandas actuales.

En cuanto a la etapa en Wings, McCartney interpretó temas como "Let me roll it", "Band on the run" y "Live and let die", que volvió a sonar en el Estadio Nacional más de 10 años después de que la tocaran Guns and Rosses, con un fuerte despliegue de fuegos artificiales.

Sir Paul mantuvo una fuerte conexión con el público durante todo el directo, llegando incluso a saludar el presidente de Chile, Sebastián Piñera, quien se ha declarado públicamente como un fanático de los Beatles y hoy se encontraba entre la maraña de los presentes.

También hubo dedicatorias para sus excompañeros fallecidos John Lennon y George Harrison, que junto a Ringo Starr consiguieron en menos de 10 años revolucionar la música pop.

Ellos también estuvieron presentes al sonar los acordes de "Being for the benefit of Mr. Kite", una canción que la formación nunca llegó a interpretar en vivo y que desde hace poco forma parte del repertorio de McCartney.

Así como "Blackbird", la cual interpretó sobre una plataforma que lo elevó por encima del escenario y con la que demostró sus dotes como guitarrista.

El momento final de unión entre el artista y el público llegó con los acordes de "Let it be" y "Hey Jude", con los que todos los presentes se pusieron en pie y sacaron sus celulares para inmortalizar el momento, creando un mar de luces que inundó el estadio.

Un regalo con el que cumplió con creces la promesa que entregó a los chilenos la última vez que pisó el país en 2011, cuando afirmó que volvería a la nación suramericana, cumpliendo así el sueño de varias generaciones de volver a recordar los tiempos del fanatismo por las bandas de música en la era anterior a internet.

Y es que si bien Sir Paul acumula una gran cantidad de años, giras y canciones a sus espaldas, aún tiene energías para seguir encandilando a sus seguidores.

Algo que demostró sobradamente en la noche del miércoles, donde la nostalgia y la euforia rindieron a partes iguales, poniendo el lazo a una jornada para el recuerdo y basada en el recuerdo, que seguro quedará en la memoria de todos los que pudieron compartir con el artista una noche con sabor al siglo XX.

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